Capítulo 4 *Ruggarol*

2.8K 102 13
                                    

~Narra Karol~
Cuando llego a mi asiento veo a Ruggero sentado jugando con el móvil, me siento y me quedo escuchando música. Después de un rato aparece una señora con un carro lleno de comida.
-Hola señorita ¿Quiere alguna cosa de nuestro menú?- Me pregunta la azafata  amablemente.
-No, gracias.- Le respondo de la misma manera.
-Esta bien, y ¿Usted?- Pregunta mirando a Ruggero.
-Un café.
-Vale.- Le prepara el café y se lo sirve.
-Gracias.- La azafata se va y Ruggero empieza a tomar el café mientras juega en el móvil.
-Sí no dejas el móvil se te puede caer el café.- Le advierto, aunque no me hace caso y sigue jugando. El vaso se le cae y me mancha la camiseta.
-¡Te lo dije, te advertí que se te caería!- Le grite enfadada.
-Bueno, perdón. No hace falta que he grites, solo te he manchado un poco la camiseta.
-Voy a limpiarme.- Digo levantándome.
-Te acompaño.
-No, no es necesario.-Le contesto borde.
-Pero te quiero acompañar, además es lo mínimo que puedo hacer.
-Esta bien.- Vamos al baño del avión. Cuando llegamos entramos y el espacio es tan reducido que puedo notar su respiración. Cojo papel y me pongo a limpiar la camiseta con su ayuda. Cuando estamos a punto de terminar notamos unas turbulencias. Yo no tengo miedo a las turbulencias pero de repente se escucha un fuerte ruido. Al escucharlo los dos nos giramos y vemos que la puerta se ha cerrado. Voy a abrir la puerta cuando me doy cuanta de que no abre.
-Ruggero, no abre.
-¡¿Qué?!
-Sí, no abre.
-Yo intento abrir.- Ruggero intenta abrir la puerta pero no puede abrirla. Entonces se gira y me acorrala.
-¿Qué haces?- Le pregunto desconcertada.
-Karol, ya sé que te mueres por mí.
-No, yo no me muero por ti.
-A cualquier chica le encantaría estar en tu lugar.
-No te creas.- Le digo segura. Cuando está a punto de besarme le esquivo y me pongo a golpear la puerta para que nos abran.
-¡Ayuda, nos hemos quedado encerrados!- Grito a la vez que golpeo la puerta.
Sigo gritando, esta vez con Ruggero, hasta que escucho cómo alguien abre la puerta.
-Gracias, nos habíamos quedado encerrados.
-Bueno, ahora vayan a sentarse. Vamos a aterrizar.- Dice la azafata.
Cuando ya estamos sentados
-No vuelvas a intentar besarme.
-No niegues que querías besarme.-Dijo presumido.
-No, yo no soy como las otras que te ligas. A mí no me interesa un beso tuyo.- Después de eso ya habíamos aterrizado , me levante une fui con mis amigas.

~Narra Ruggero~
Estoy sentado en mi asiento y veo que Karol se acerca. Yo empiezo a jugar en el móvil cuando se acerca la azafata con un carrito de comida. La azafata le ofrece comida a Karol y después a mi.
-Esta bien, y ¿Usted?- Pregunta mirándome.
-Un café.
-Vale.- Prepara el café y me lo da.
-Gracias.- La azafata se va y tomo el café mientras juego en el móvil.
-Sí no dejas el móvil se te puede caer el café.- Me dice Karol, pero no le hago caso y sigo jugando. El vaso se me cae y le mancho la camiseta a Karol.
-¡Te lo dije, te advertí que se te caería!- Grita enfadada.
-Bueno, perdón. No hace falta que he grites, solo te he manchado un poco la camiseta.- Digo tranquilo.
-Voy a limpiarme.- Levantándose.
-Te acompaño.
-No, no es necesario.
-Pero te quiero acompañar, además es lo mínimo que puedo hacer.
-Esta bien.- Vamos al baño del avión.
El baño es tan pequeño que apenas podemos movernos. Siento su respiración tan cerca. Ella comienza a limpiarse la camiseta y yo le ayudo.
Estamos a punto de terminar pero escuchamos un ruido, al escucharlo nos giramos al mismo tiempo. Ella intenta abrir la puerta pero no o consigue, nos hemos quedado encerrados. Yo también lo intento pero no logro abrirla. Después de intentar abrir la puerta vería veces me giro hacia ella. Me acerco poco a poco mientras ella retrocede hasta que se choca con la pared. Yo me acerco a su boca, siento si respiración puedo escuchar sus latidos acelerarse, está nerviosa. Cuando nuestros labios están se rozando ella logra esquivarme y se dirige a la puerta. Empieza a gritar y a golpear la puerta, después de unos intentos nadie nos abre así que yo también empiezo a gritar. Al de unos minutos llega una azafata abrirnos. Le agradecemos y volvemos a nuestros asientos. 
-No vuelvas a intentar besarme.
-No niegues que querías besarme.
-No, yo no soy como las otras que te ligas. A mí no me interesa un beso tuyo.- Yo no dije nada, me ha sorprendido lo que ha dicho. Después de eso ya habíamos aterrizado , me levante y junte con mis amigos.

El campamento (Aguslina, Ruggarol y Michaentina)Where stories live. Discover now