Prólogo

6 0 0
                                    

A pesar de que han pasado varios años, para ser exactos 20, todavía siguen doliendo ciertas cosas, decisiones difíciles nunca pensé que tendría que tomar, una de ellas es la que mas me duele, una herida que es imposible de cerrar y que la tendré en cuenta hasta el día en que muera. Nunca me perdonaré el daño que cause a mi familia, esposa, a la familia de ese muchacho que lo único que quería era conseguir un mundo mejor y expresar libremente su ideología y sus intereses para el país. Pero a la persona a quien mas daño le hice y a la que cada día le pido perdón de rodillas es a mi pequeña, a la que por tratar de hacerle un bien encerrándola en un mundo en el que no se sentía participe de el, a la que nunca pude comprender, a la que no pude demostrarle cuanto la adoraba y sigo adorando y cada día regañaba y menospreciaba.

Pues ahora me arrepiento y cada día de lo que me queda de vida lo haré, cada día pido a algún ser divino si es que en verdad existe me ayude a salir de este hoyo en el que estoy sumergido, que me de un castigo aparte del que ya estoy viviendo solo por el hecho de estar vivo porque claramente morir seria un premio. Solo pido que si algún día, en algún lugar, en cualquiera que ellos estén puedan perdonar las atrocidades que cometí y así al fin poder descansar.

Aún en procesoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora