El Campeón de Ventormenta

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Lejos ya de todo peligro, rumbo a su aldea el viejo paladín continua su viaje... atrás quedo Kalimdor, ahora en las Tierras del Este, en territorio de la Alianza puede relajarse y recordar que allá pronto vera a sus camaradas del clan, el recordarlos a todos hace que sonrisas se dibujen en su rostro, mientras trata de apresurar el paso porque se siente ansioso por verla a ella...

Pero el viaje aun es largo, a un lado del camino, en un pequeño claro al lado de un arroyo de cristalinas aguas se sienta a descansar mientras prueba algún bocado... se estira y acomoda a la sombra de un árbol enorme, allí solo empieza a recordar...

Era tan solo un aprendiz de paladín cuando de improviso fue llamado ante la presencia del rey, muchos fueron llamados, desesperadamente se necesitaba soldados quienes defiendan la Alianza, la Horda lo estaba arrasando todo a su paso... Era la primera vez que estaba en la ciudad, era enorme, tanta gente y tantas cosas que ver, soldados y personas, tanto que conocer para un modesto granjero que jugaba a ser paladín con un mazo de madera...

Los llamados fuimos al castillo del rey Varian, éramos menos de los que yo había pensado, allí ante la presencia del Rey, y de rodillas fui armado paladín, prometiendo fidelidad y dar la vida por la Alianza... tres Vivas! Y nada más, no hubo más ceremonia, quizás no fue tan especial, ni tampoco me sentí tan especial, solo me dijo que ya era paladín y nada más... pero aún no me sentía uno.

Caminando por la ciudad ataviado con el tabardo de Ventormenta pues deambule como perdido, haciendo el camino del curioso y mirando cuanta maravilla encontraba allí...

- ¿En serio va a pelear? ... vamos corran vamos a verlo no creo que dure más de un minuto eso! - decían varios niños mientras corrían.

Los seguí, llegaron hasta la entrada de la ciudad, allí mucha gente se agrupaba formado un gran circulo a un lado del camino, en medio de todo aquel gentío un hombre, alto y fuerte, parecía gigantesco, abría los brazos mientras todos gritaban lo que luego me entere era su nombre...

- Dvian! ... Dvian!... Dvian!

Era un guerrero, utilizaba dos enormes espadas y parecía en trance mientras todos le lanzaban vítores coreando su nombre. De entre la multitud un soldado se adelanta y camina al lado del guerrero, se trataba de un duelo, era una zona donde los aliados luchaban entrenándose en el uso de sus armas y habilidades.

Un instante fue todo lo que duro... ambos se vieron las caras, un leve movimiento de cabeza a manera de saludo fue toda la cortesía, luego ambos, soldado y guerrero se lanzaron uno contra otro, en medio de aquel lugar sus espadas se encontraron, chocaron los filos de las armas y los luchadores detrás de ellas haciendo la misma fuerza no cedían ni un solo paso... Aquel que llamaron Dvian aumento su fuerza de empuje obligando al soldado a poner una rodilla en el suelo, por un leve instante dejo de hacer fuerza y el soldado se fue hacia delante por el impulso que hacía en el duelo, aquel segundo fue aprovechado por Dvian que en un rápido giro se colocó detrás de su oponente que nunca supo que fue lo que sucedió, un solo tajo basto para vencer a su rival que cayó al suelo derrotado...

- Dvian! ... Dvian! Dvian! - gritaban todos ante la demostración de fuerza y habilidad del guerrero

- Alguien más?, alguien más se anima a cruzar espadas?, vamos señores que apenas estoy calentando! - dijo el guerrero lanzando el desafío a todos los presentes.

Se miraban las caras todos, pero luego de aquella demostración de poder nadie se atrevió a dar un paso delante...

- El paladín, que combata el paladín! - dijo alguien, luego de un instante todos repetían lo mismo - El paladín, que combata el paladín!

Crónicas de un Viejo PaladinWhere stories live. Discover now