Eclipse.

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Maratón Anunciado, un día antes de lo pronosticado, parte 1/4. (Si me demoro en publicar es que estoy releyendo o acomodando detalles 😉)
Primer parte reportada!!! Esta bastante larga así que disfrunten y espero que su espera se hiciera valer.
Gracias & Éxitos Totales!!!😘

Narra Nina.

Matteo me acompañó hasta la puerta de casa para explicarle a mi mamá nuestra demora.

- ¿Mañana desayunamos juntos?- me preguntó, una vez que mi mamá se quedó conforme con la increíble oratoria de Matteo.

- Dale, y después vamos a lo de Luna.- accedí.

- Pero yo soy tu chico delivery ¿de acuerdo? No quiero que prepares nada.- me dijo besando mi mejilla.

-Esta bien...- reí nerviosa. Acaba de regresar de una fiesta en la cual Gastón habia dicho que me amaba y por poco me besa.

- Paso por vos a las ocho.-declaró Matteo despidiéndose.

Es tan atento... Me fui a dormir con una sonrisa en el rostro, creo que Matteo es el indicado. Pero luego pienso en Gastón, él me hace sentir algo que no logro reconocer con claridad. Enojo, sí, sin duda eso debe ser.

Me desperté a las seis con los primeros rayos del sol matutino en la cara tras no haber cerrado mis persianas. Decidí ducharme y prepárame para mi desayuno con Matteo. Opté por unos jeans con una blusa roja que hacía juego con mis gafas para ir con cierta elegancia, pero comoda por si decide ir a patinar.

Salgo al balcón para decidir si debería usar una campera o no.

- ¿Nina?- escuchó su voz, justo estaba llegando. Parecíamos sacados de la escena del balcón de Romeo y Julieta.

- Ahora bajo, chico delivery.- reí yéndome hacia dentro para salir por mi puerta. - ¿A dónde vamos?- consulté frente a él.

- Sorpresa.- indicó quitándome las gafas y vendándome los ojos.- Por cierto, estás muy linda.- dijo mientras sentía su respiración en mi cuello.

- Gracias.- sonreí sintiendo cosquillas con su cercanía.

- Llegamos.- dijo tomando mis manos y guiándome en la ceguera absoluta. Me guió hacia un ascensor, me fue fácil reconocerlo por el ruido de las puertas deslizándose. - Y llegamos.- dijo desvendándome los ojos para enseñarme una gran vista desde una terraza con una mesa para dos arreglada.

- Matteo, no era necesario...- decía sorprendida por el maravilloso escenario que creo.

- Vos lo vales.- me sonrió acomodándome el asiento para que inicie el desayuno.

- Gracias.- sonreí sonrojada mientras me colocaba los anteojos. Noté que él se mordía el labio inferior, supuse que tenía ganas de comer.- ¿Cómo y cuándo preparaste todo esto?

- Un buen mago nunca revela sus trucos.- rio.

- Pero vos no sos un mago.

- Pero tengo mis trucos. - sonrió guiñándome un ojo.

- Realmente sos increíble.- dije desayunando con él hasta que decidimos seguir hablando en camino hacia la mansión Benson ya que habíamos quedado en juntarnos con Luna.

2. El Retorno de la Niebla | Gastina (Completada)Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora