La Ultima De Los Steven

Capitulo Diciocho: La cagamos

Capitulo Dieciocho: La cagamos.

Narra Liam.

La cagamos en grande, Alex y Holly se fueron muy temprano a desayunar fuera mientras papá nos metió un santo sermón que nos dejó como una jodida papa.

–Quiero la casa impecable para la hora en que me levante, nada de música ni de videojuegos, he cortado el cable del internet. –Eso es más que cruel. –La camioneta queda confiscada, irán a la escuela a pie y regresaran a pie, la moto está bajo llave y harán las tres comidas del día, lavaran, plancharan y harán el jardín, sin contar del patio. Trabajaran con Holly cada fin de semana sin paga por seis meses, nada de fiestas ni de bares. –Con cada castigo más me dolía el brazo. Esto será un infierno. –Dudo que su hermana les dirija la palabra y se lo merecen cuarteto de idiotas. Eso es todo por el momento, ahora a limpiar. –Se que la regamos, pero está siendo muy duro con nosotros, no le pedimos que dejara a Alex, no si lo hicimos y ahora arruinamos su primer amor. Si somos idiotas.

–¿Cuándo acabara el castigo? –Pregunto Luis

–Cuando su hermana los perdone. –Ya valimos madre, esa es una Steven y una rencorosa. Papá se fue a dormir y me tire al sillón.

–Tienen que llamar a Max y disculparse, es la única solución que hay. –¿A qué hora llego Madison?

–La nerd tiene razón. –Dijo London.

–Oye más respeto, es mi enfermera. –Diablos ¿Yo hice eso?

–¿Acabas de defenderla Liam? –Me pregunta Louis.

–Digo incoherencias, aun sigo drogado por los medicamentos, pero la nerd tiene razón. –Joder hijo de puta esto duele.

–Tu ni loco podrás hacer nada, lárgate a tu habitación. –Con gusto.–Tu nerd ¿Sabes cocinar?

–Si y mi nombre es Madison.

–Bien Madison ¿Nos ayudas con la cocina? Por favor. –Wow, London suplicando, esto vale oro.

–Vale.

–Gracias, los demás ya saben qué hacer.

Narra Alex.

–Holly no quiero volver a casa, no quiero ver a mis hermanos.

–Tu papá los tiene de sirvientes, van a planchar, lavar y cocinar.

–Pagaría por ver eso. –Enserio que si. –Lo pagaría.

–Pues veme pagando, porque al primero que te presento es a Louis limpiando las ventanas. –Traen puesto un mandil y un pañuelo en la cabeza mientras se pelea con el vidrio.

–¿Es mi cumpleaños? –Parece mi cumpleaños.

–No, es dentro de un mes y disfruta mientras puedas que esto no se ve todos los días. –Baje del auto y tengo la mirada de Louis sobre mí, lo ignore y entre a la casa para oler un delicioso aroma en la cocina.

–Hola Alex. –Me saluda Madison.
–Hola y que bien huele ¿Que preparas? –Levante una de las tapaderas del sartén y es.

–Arroz con camarones y un caldo de oso delicioso. –Diablos, amo el pescado. volví a destapar el sartén y ya tengo a todo el clan detrás de mí.

–Maldición Madison, huele delicioso. –Dijo Liam.

–Gracias, ya esta y ya me tengo que ir, llego mi hermano. –Se despidió de mí y se fue, yo sin decir palabra me fui a mi habitación.

–¿Al menos nos podrías decir como arreglarlo? –Me dice Luis a través de la puerta. No respondí. –Vale ley de hielo, pues ponle un poco de saborizante como menta y chocolate. –Se que los ojitos hasta me brillaron al escuchar esas palabras, por debajo de la puerta vi su sombra irse y abrí la puerta para tomar el helado y encerrarme de nuevo a ver películas de terror.

Mensaje de texto de Simón.

¿Vamos por una pizza bebe?

Respuesta.
En Giorgio Pizza en 10.

Seguiré el consejo de Max y no me daré por vencida, haré que se fije en mí de una manera u otra.

Me puse de nuevo los tenis y salí de mi habitación para irme de puras narices al suelo.

–¿No viste el bote del trepador Alex? No esta tan pequeño he. –Mire molesta a London quien no se aguanta la risa. –Perdón, pero fue tan gracioso.

–¿Cuánto de esta mierda se le pone a la lavadora? –Louis salió de la lavandería con el bote de jabón en sus manos. Me levante y le quite el bote para yo poner la cantidad exacta a la lavadora, posteriormente puse en la secadora el suavizante de telas.
–Gracias. –No respondí tome mi skate y salí de la casa. –¿A qué horas vueles? ¿Como le hago con la siguiente carga?

–arréglatelas como puedas. –Giorgio pizza está a unas cuadras de la escuela así que lleve rápido en la patineta.
–Hola ojos. –Dejé un beso en su mejilla y me senté frente a él.

–¿Es cierto que vas a renunciar a la candidatura?

–SIP. –Llego la mesera y nos dio la carta. –Ya me di cuenta que no es lo mío.

–¿Ser el centro se atención no es lo tuyo? Que buen chiste. –Oigan apenas me conoce ¿Como sabe que me gusta ser el centro de atención? –Llame igual a Becca y Tommy vienen en camino.

–No lo sé tú, contamos con que a esta altura ya tendrías la venganza a tus hermanos. –¿Porque creen que me quiero vengar? Yo no soy así.

–Nada en mente, ideas. –Nos quedamos pensando unos minutos hasta que llegaron los dos que faltan para el cuarteto. –Cero.–Dije.

–Nada. –Dijo Becca.

–Muerto. –Dijo Tommy.

–¿Se van a rendir tan fácil? –Dijo molesto Simón. –Quiero un poco de adrenalina por dios. La del servicio trajo nuestra pizza y esta rara. –Hoy no es mi día, hasta la pizza asustada me toca. –¿Asustada? Becca y yo nos miramos maliciosamente, no sé cómo demonios nos entendemos tan bien, tan bien. –Si, esa sonrisa Steven, me fascina. –Un montón de mariposas voladoras comenzaron a hacerme cosquillas en el estómago y más cuando tomo mi mano.

–Ok, este es el plan, escuchen bien.