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63|Te amo

Cuidate mucho en tu viaje de regreso. Espero vuelvas pronto a visitar a tu tía - me decía mientras me daba un fuerte abrazo.

Claro que volveré pronto, sabes que amo el campo, los árboles, los animales, tomar mate con vos...- dije un poco triste. Amo estar con mi tía, y la tranquilidad del lugar donde vive. No quería volver a casa, pero solo por el simple hecho de que aún no estaba preparada para volver a ver a Agus...

Me despedí nuevamente de mi tía, era ya la tercera o cuarta vez que lo hacía. Era inevitable, las despedidas siempre son dificiles.

Tomé mis maletas y me dirigí a tomar el bus. Dentro de mí deseaba que el viaje se hiciera eterno, pero al parecer el mundo no estaba a mi favor el día de hoy.

Llegué cerca de las 12 de la noche. Era muy tarde para ir caminando hasta mi departamento, por lo cual me vi en la obligación de tomar un taxi. Cuando llegué, salude al conserje quién luchaba por mantenerse despierto mientras intentaba leer una revista. No ceeo que le estuviera funcionando mucho.

Me subí al ascensor, aprete el numero de mi piso, 13. Sí, es el número de la mala suerte.
Cuando el ascensor se abrío, había alguien sentado afuera de la puerta de mi departamento. Era un chico, tenía su cabeza apoyada entre sus piernas, su cabello era de color castaño, me parecía tan familiar...¡Espera! ¡¿Agus?! 

Me acerqué. Una vez que me encontraba frente a él pude confirmar  mi teoría. Sí, era Agus, pero estaba dormido. Gracias a Dios

No quería hablar con él, no todavía. Asi que lentamente y con mucho cuidado entre a mi departamento. Una vez que cerre la puerta ya me sentía segura, pero a la vez culpable, porque Vamos Carolina, dejaste al chico que te gusta durmiendo afuera de tu departamento, por muy dolida que estes, es bastante cruel.

Estaba en una pelea mental conmigo misma sobre que debería hacer con Agus, pero una voz, su voz...interrupio mis pensamientos.

¿Podemos hablar? -dijo desde el otro lado de la puerta.- Sé que estás ahí Caro, no cerraste muy despacio la puerta.

Estúpida puerta -pensé.

Si no querés hablar, por favor al menos escucháme -Su voz sonaba cansada, pero seguía igual de hermosa que siempre. -Tengo miedo, Kope. Tengo miedo de dejarte ir, pero ya no sé que más hacer para que me perdones. Lo provocás todo en mi, esa mezcla entre amor y deseo. Esas ganas de tomarte la mano y a la vez comerte a besos. Hay veces en las que tu ternura paraliza mi corazón y otras en la que tus miradas lo aceleran a mil por hora. Nunca fue mi intención lastimarte, para mi lo más importante es verte sonreir. A vos yo solo te deseo cosas hermosas en la vida, mereces cosas que te hagan sentir menos rota y más viva que nunca, aunque eso signifique que deba olvidarme de que vos y yo volveremos a estar juntos...hasta siempre Kope, Te amo.

Cuando Agus me decía todo esto, su voz se quebró en el camino. Agus estaba llorando y era por mi.
No sabía que hacer, no podía parar de llorar, pero tenía que hacer algo pronto, porque escuchaba los pasos de Agus alejandose de mi puerta.

No podía permitir que se fuera, no quería que se fuera, lo necesitaba aqui, conmigo.