[Cachorro Perdido]°[Lemon]°[UF!Papyrus x Lectora]

Un Cachorro rodeada de velas

No se cuanto tiempo permanecí allí, acostada de cara a la tierra húmeda de mis lágrimas. Sentía como mis lágrimas se habían secado sobre mis mejillas dejando una sensación extraña, mi rostro estaba oculto entre mis brazos y la tierra, estaba sucia y no me importaba, moriría allí de todas formas.

Comencé a despedirme en mi mente de Frisk, Sans... De Papyrus, mi amado verdugo que vendrá a darme paz.

Tenía miedo, no quería morir. Cometí un error al huir de esa forma, pero no podía soportar ver esa escena más, Papyrus se veía muy feliz acariciando a ese robot, quien lo culparía.

Recordar las escenas causó que mis ojos se llenarán de lágrimas de nuevo y me entregué a los sollozos una vez más.

- Eres desobediente - la voz de Papyrus resonó sería detrás de mí, la sangre de todo mi cuerpo se detuvo por un momento, pero no moví ni un músculo, estaba lista, era lo mejor. Morir y dejar a Papyrus libre de mi, trague mis lágrimas, quedándome en silencio. Mi cuerpo traicionó mis órdenes, pues comenzó a temblar sin que yo pudiera controlarlo.

Escuché los pasos firmes como a poco acercándose a mi, cada uno hacia que mi corazón diera un vuelco, chille de forma inaudible, moriré, no volvería a ver a Papyrus, a Frisk, moriré aquí y ahora sucia y llena de lagrimas. 

Grite suavemente cuando escuche a Papyrus detenerse detrás de mi, el miedo recorrió mi espina como un rayo atravesándome, escuche la tela de la camisa del contrario arrugarse justo antes de sentir su esquelética mano rodear mi brazo, trague en seco, mi cuerpo se tenso cuando el esqueleto me levanto de mi lecho, cerré mis ojos con fuerza, esperando a sentir el dolor punzante de los huesos atravesándome, como hizo con aquel chico tantos meses atrás.

- No haz comido nada, verdad? - un jadeo salio de mis labios, que rayos esta diciendo este esqueleto? Lo mire temblorosa, su rostro estaba serio, frió, sus pupilas rojas me miraban penetrantes, como si pudieran ver dentro de mi decadente alma. - Ven, te enseñare una receta especial que yo mismo invente - Su voz sonaba plana y seca, sin emociones, empezó a arrastrarme a la cocina, era mas alto que yo así que cada paso suyos eran tres míos, así que técnicamente estaba trotando detrás de el, varias veces tropecé con la zona desgarrada del vestido, a lo cual Papyrus me jalo de nuevo antes de que tocara el suelo y continuo llevándome.

Al momento de pasar frente a la oficina la mire de reojo, un trozo de tela de lentejuelas estaba en el suelo y líquidos desconocidos adornaban la madera oscura del escritorio, mis ojos se llenaron de lagrimas. Al final si lo hizo.

No paso mucho hasta que llegamos a la cocina, tan pronto entramos golpeando la puerta, los sirvientes giraron a vernos, sus rostros hicieron una transición entre sorpresa y miedo antes de que, Papyrus con una movimiento de su cráneo ordenara a los demás a salir del lugar, a lo cual obedecieron entre reverencias y trotes, tenían miedo, tal como tenia yo.

El esqueleto camino dentro de la nívea cocina, sin decirme una palabra me dejo de pie frente a una isla de mármol blanco y fue a las puertas, las cual cerro con un pequeño juego de llaves que saco de su bolsillo. Finalizada su tarea me miro sobre su hombro, retrocedí unos pasos, este no era el Papyrus que yo conocía, se veía mas serio, mas... peligroso.

- A... Amo...? Que est.. - No pude terminar la frase ya que el esqueleto camino hacia mi con pasos duros, retrocedí unos pasos mas, me mataría aquí? que planeaba hacer?. Tan pronto llego a mi lado tomo mi rostro violentamente y poso sus dientes sobre mis labios, invadiendo mi boca inmediatamente con su húmeda lengua roja, el piercing se sentía frió sobre mi propia lengua mientras me obligaba a tener una lucha por territorio dentro de mi cavidad bucal. No correspondí, no tuve oportunidad de hacerlo, tan pronto me di cuenta de lo que ocurría el esqueleto me obligo a sentarme en una silla de madera cercana a la isla, estaba confundida, no podía reaccionar a nada.