19 Necesito tiempo...

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CAPITULO EDITADO

(Pov's Eva)

Me desperté, la maldita alarma ya empezaba a resonar por toda la habitación. Debían de ser las siete de la mañana. Y para mi gran desgracia hoy si que habían actividades.

- Qué alguien haga el favor de apagar esa miserable alarma !- soltó Ian enfadado aún somnoliento.

- Te recuerdo que es lunes y que tenemos que estar en el comedor a las 8:00- le eche en cara.

Ian decidió mirar la hora en el móvil para luego mirarme con incredulidad, - Eva, aún son las siete, yo me puedo despertar incluso quince minutos antes y estar listo, solo tienes que ducharte y vestirte, no vas a una pasarela- concluyó para luego meterse debajo de las sábanas e ignorar mi comentario.

Puse los ojos en blanco antes de entrar en el baño. Al entrar me di cuenta de que no estaban mis productos y tan solo habían productos de hombre. Mierda.

Me puse a examinarlo todo. Si era bastante cotilla. La verdad es que no tenían gran cosa, champú, gel, coloña... No había crema, ni mascarilla, ni cualquier tipo de producto extremadamente necesario en mi día a día. Hubo un perfume en cuestión que llamaba bastante mi atención, decidí olerlo para darme cuenta de que se trataba del perfume de Ian. O eso creía.

No lo crees lo sabes...

Simplemente me gusta como huele, eso es todo...

Antes de poder seguir debatiendo con mi subconsciente decidí ducharme. Puse los ojos en blanco y entré en la ducha. Tan solo decidí ponerme gel y rápidamente acabé de ducharme . Cogí una toalla que me enrolle al cuerpo y empecé a peinarme. Acto seguido decidí vestirme. Opté por unos leggins negros y una camiseta blanca de tirantes holgada con un top deportivo negro debajo de esta. Me puse unas deportivas blancas y me hice una coleta alta.

Dudé unos instantes en si debía ponerme desodorante. Cogí uno del que desconocía el dueño. En la etiqueta estaba escrito el nombre "AXE" de la fragancia "Apollo". Eché una pequeña cantidad sobre mi mano y el olor no tardó en invadir mis fosas nasales haciendo que arrugase la nariz. El olor era increíblemente fuerte. Negué con la cabeza repetidas veces y decidí no ponerme ningún desodorante de hombre.

Salí del baño y noté que aún debían faltar como veinte minutos. Aburrida decidí tumbarme sobre la cama y revisar alguna que otra red social.

Unos cuantos minutos después Ian se despertó. Se levanto de su cama dándome una perfecta vista de su abdomen tonificado. Empecé a observarlo descaradamente mientras este se estiraba aún somnoliento. Como alguien podía tener un cuerpo tan... No sabía como describirlo sinceramente. Ian se quedó parado lo que me pareció extraño, subí la vista hasta su rostro para ver que me estaba lanzando una mirada arrogante.

- Quieres tocar ?- empezó a decir aún con esa sonrisa mientras señalaba su abdomen.

- Qué estás diciendo ?- me llevé las dos manos a la cara avergonzada.

- No lo sé, vi que me estabas observando como si fuese el único hombre en el planeta Tierra- siguió arrogante acercándose peligrosamente hacia mi.

- Eso no es cierto- negué con la cabeza aún sonrojada. Ian soltó una risita conforme se acercaba a mi para entonces colocar sus dos manos a los dos costados de la cama dejándome debajo suyo en un solo movimiento. - Ian déjame en paz- fueron las únicas palabras que alcance a decir. Su cuerpo tan cerca del mío no me dejaba pensar con claridad.

- Estás segura ?- preguntó con aquella voz seductora, - dímelo a la cara y te prometo que te dejare en paz- Ian dirigía su vista hacia mis ojos y después hacia mis labios provocando que corrientes viajasen a través de mi cuerpo. Era extraño, como si estuviese inmóvil ante su tacto.

No toques a mi princesaWhere stories live. Discover now