-Así que vamos juntos al baile de navidad?-me preguntó MI rubio.
-No lo sé, un hermoso, lindo y sexy chico rubio de ojos grises me lo acaba de pedir y lamento decirte que le diré que si-le contesté yo.
El rió.
-Supongo que tengo que tener celos y envidia de ese sexy chico, no?-preguntó levantando una ceja.
-Ya. Bien, nos vemos mañana, todavía no tengo vestido, supongo que le pediré a Hermione-le di un beso-. Adiós.
-Espera, falta algo-dijo él.
-Que fal...-empecé pero fui interrumpida por otro beso, que duró mucho más que el anterior.
Ahora sí, volví a mi habitación, donde Hermione me esperaba. Al entrar lo primero que noté, fueron tres paquetes arriba de mi cama.
-Y esto?-le pregunté a Hermione cuando entré.
-Cuando llegué ya estaba-respondió ella.
Cuando los abrí, no lo podía creer. El primer paquete traía un hermoso vestido azul hasta las rodillas, ajustado en la parte de arriba, el segundo paquete unos tacones de terciopelo azul, y el tercer paquete, un hermoso collar de diamantes acompañado con unos aretes colgantes del mismo estilo. Este último traía una nota.
Pecas
Me pareció justo este pequeño regalo, para que vayas como se debe al baile y no con un vestido de Granger. El color azul hace que resalte tus ojos verde esmeralda y tu cabello color fuego. El vestido, es ajustado, perfecto para resaltar tu hermosa figura, si sabes a que me refiero. Los tacones, para que estés más alta, y me alcances la estatura. Y las joyas, me pareció justo dártelas. Permanecieron en la familia Black por siglos. Es hora de que lo tengas tú.
No uno, ni dos, ni cincuenta, sino todos los besos que quieras
Tu sexy novio, DracoMalfoy.
Pd: es hora de que mañana se den cuenta de que tienes dueño.
✴❤✴❤✴
-
Vamos Hermione!!-le grité, apenas salíamos del almuerzo.
Llegamos rápido a mi habitación. Hoy nos prepararíamos todas juntas. Ginny, Hermione, Lavender y Parvati.
Primero empezamos a probarnos los maquillajes. Mientras yo probaba el maquillaje a Ginny, Hermione la peinaba. Parvati y Lavender se encargaban de alisar y perfumar los vestidos con hechizos.
Luego de probar, limpiar, maquillar, sacar, peinar, desenredar, y muchas cosas más. Se hicieron las cinco de la tarde. La fiesta era a las ocho, así que tendríamos dos horas y media para preparanos todas nosotras. Primero se metió Parvati a la ducha, cuando salió, nosotras cuatro la ayudamos a secar su pelo, maquillarla, vestirla y peinarla. Luego entró Lavender, y también la ayudamos como a su amiga.
Luego siguió Ginny, que tenía un vestido color cereza, con unos tacones bajos de color negro. El tiempo pasaba más rápido de lo que pensaba. Siguió Hermione, que fue la más difícil, debido a su cabello. Las chicas se encargaban de lo demás, mientras que yo le hacía un peinado semi-suelto de costado. Finalmente quedó hermosa. Su vestido de un morado tan lindo, hacía que su piel resaltara. Yo me duché rápido y me lavé el pelo con una crema con aroma a limón. Al salir, miles de manos revoloteaban alrededor de mí. Hermione empezó por secarme y alisarme el cabello. Luego de tener el cabello seco, me puse el vestido y me senté. Hermione me hizo un rodete (rodete, chongo... Entienden, no?) informal y colocó con magia unas flores, y las aseguró con un hechizo para que no se caigan. Ginny, mientras me maquillaba. Yo quería un maquillaje "simple", así que solo me delineó los ojos y me puso rimel en las pestañas. Mis labios los pintó de un rojo sangre, amaba ese color. Al final se hicieron las ocho menos veinte.
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Les dije a todas que se adelantaran, yo iba a encontrarme con Draco en otro lugar. Ya cuando se fueron, me puse el collar y los aretes de diamantes. Eran hermosos. Al momento en que me los puse, sentí que, de alguna u otra forma, su lugar destinado era en mi. Ya baje, la sala común estaba vacía. Salí por el agujero del retrato, y como habíamos acordado, Draco estaba allí, esperándome.
–My Lady–dijo el en tono chistoso haciendo una reverencia.
–Déjate de formalidades, ven y bésame–le contesté yo estirando de su corbata, acercándolo a mi.
Nos dimos un largo y tierno beso, para luego empezar a andar hacia al comedor, donde se realizaría la fiesta.
–Lista para ser el centro de atención?–me preguntó, un rato antes de llegar.
–La verdad? No, vamos–dije.
Cuando llegamos a las escaleras, todos los murmullos y ruidos cesaron. Todos nos veían como bajábamos las escaleras tomados de los brazos. Al momento que estuvimos a mitad de la escalera, Draco me dio un corto beso en los labios, para luego seguir bajando. Eso hizo que los murmullos otra vez estallen por todo el salón.
–Eso fue extraño, no crees?–le pregunté cuando todos volvían a lo suyo.
