Anecdotas De Lily Luna Potter

La Tercera Guerra Mágica pt 1

Era temprano en la mañana, todos estábamos en el estadio de Quiddicht, ya que hoy, los Mortifagos oficialmente habían empezado a invadir Hogwarts. Ya nos habíamos despedido casi todos, sólo faltábamos algunos

-Si alguien de nosotros llega a morir, los demás les dirán a nuestros hijos porque morimos y que los amamos.- dijo James y todos asentimos

-James, tu eres el padrino de mi hijo y... Si Scorp y yo no regresamos, quiero que cuides a Dylan como si fuera tuyo, que lo apoyes en todo lo que  necesite, que lo hagas un niño fantástico y que le digas que lo amamos y siempre estaremos con el, ¿Si?- le dije a mi hermano con lágrimas en los ojos y por primera vez en toda su vida, James puso una expresión fría- Prometelo... por favor.

-Lo prometo, bebé- dijo sonriendo

-Y... Albus, perdón por no haber tenido otro hijo, se que querías ser el padrino del siguiente- dije riendo y el sonrió. Mire a mis hermanos que se abrazaban- ¿Saben que los amo, verdad? Aunque a veces sean un poco idiotas. Siempre los he amado y siempre los amaré.

Ellos rieron asintiendo y Albus habló- Por cierto, Rose, no queremos morir sin antes decir esto: Nosotros tres fuimos los que rompieron tu primer kit de maquillaje- los tres reímos fuerte asintiendo y Rose solo fruncio en ceño

Todos se empezaron a abrazar mientras que los niños no entendían nada y nos miraban desconcertados. Yo me abracé a Scorp y lo besé como si fuera la última vez y, probablemente, lo era.

-Te amo, te amo más que a nada- dijo Scorp presionando sus labios contra mi cabeza- Prometo sacarte con vida de esto. Protegeré cada uno de tus latidos hasta mi último aliento.

-Te amo, Malfoy- dije besando su cuello- Pero si tu mueres, muero contigo, porque se que si yo muero tu lo harás conmigo. Gracias por tanto.

-Gracias por darme a nuestro hijo, Lily- dijo y me volvió a besar

-¿Mami? ¿Que pasa?- preguntó Dylan y todos lo miraron expectantes, ya que éramos los únicos que no se habían despedido de su hijo.

-¿Recuerdas la historia que mamá y yo te contamos, pequeño? - el asintió- pues hoy es el día en el que pelearemos.

-Cariño, ven aquí- dije agachándome con Scorp y Dylan para quedar a su altura- Necesito que seas fuerte, que seas cuidadoso. Dylan, Mami te ama, Papi te ama. Cuidate mucho, Dylan.

-Te amamos, Dylan- dijo Scorpius besando la mejilla de nuestro hijo- Se un gran hombre. Seras un gran Slytherin. Recuerdanos siempre.

-Te mantendremos en nuestro corazón hasta que este de su último latido- le dije besando su mejilla

-Te protegeremos, Campeón- dijo Scorp

-¿Estarán conmigo?- preguntó el con su linda voz de niño pequeño

-Siempre- dijimos Scorp y yo al unísono

-Necesitamos que seas obediente y te quedes aquí con todos tus primos- dije  yo y lo besé en la cabeza por última vez, lo abracé con fuerza y Scorpius también se nos unió

-Cuidate, campeón- dijo y besó su cabeza. Lo dejamos ir y cerramos la puerta del pasadizo.

Empezamos a hacer hechizos de protección y cuando terminamos, partimos hacia Hogwarts.

No podía creer lo que veían mis ojos. Un Hogwarts con un cielo oscuro que nunca antes había visto. Muchos maestros ya iban a empezar a hacer hechizos de protección.

-Profesora, ya estamos aquí.- dijo papá

-Harry, creímos... creímos que los habían destruido pero... ellos...- dijo la profesora Mcgonnagal