✵*.

445 84 98
                                    

La pareja había estado viviendo juntos por varios meses, desde el inicio del menor en la universidad; sin embargo, aquel día una discusión demasiado fuerte había obligado a Akaashi salir con lo puesto y dirigirse hacia la casa de sus padres.

Nada más ver al menor cerrar la puerta tras él, Bokuto se había arrepentido de aquella oración que le dijo pero su orgullo era demasiado grande en aquel momento como para correr tras él; así que decidió cuidar de las plantas de su pareja hasta que volviera. Sin embargo a los pocos días ocurrió un incidente.

- ¿Qué desea, Bokuto-san? – contestó molesto Akaashi al otro lado de la línea después de la decimotercera llamada del mayor.

- Akaashi – sollozó con su característico llamamiento al otro –, te juro... por mi madre que l-lo... siento.

- No voy a volver por ahora, para q-

- Akaashi, lo siento por todo; te juro que yo no quería, yo solo... pero no sé qué ha pasado que... – entre lágrimas, respiraciones rápidas e hipos Bokuto era incapaz de comunicarse y estaba perdiendo la paciencia; él no quería estar en esa situación.

¿Qué he hecho mal para que me pase esto?, se preguntaba el excapitán y estrella de Fukurōdani secándose las lágrimas y curándose las heridas malamente con agua.

Por otro lado, Akaashi había colgado la llamada y se dirigía a su casa lo más rápido que podía, sin importarle si se llevaba a alguien por delante; lo más importante era que su novio estaba teniendo un ataque de ansiedad.

- ¡Bokuto-san! – gritó nada más abrir la puerta.

- ¡Akaashi! – gritó éste echándose a sus brazos.

El moreno lo abrazó fuertemente intentando calmarlo.

- Ya está todo bien, ya estoy aquí; ¿qué ha pasado? – se alejó de él al cabo de un rato para observar la infinidad de pequeñas heridas que tenía en sus manos.

- Pues yo quería... porque no estabas... pero... se ha descontrolado y-

- Cálmate, estoy contigo, respira – lo interrumpió y lo apoyó contra su pecho para oír su corazón calmado.

Mientras hacía respirar calmadamente a su novio observó toda la casa percatándose que varios de sus cactus estaban podridos, en tonos marrones y blancos y otros fuera de sus macetas.

- ¿Qué ha pasado con mis cactus?

Bokuto se separó de él limpiándose las lágrimas.

- Yo quería cuidarlos para cuando volvieras pero no sé qué ha pasado que-

- ¿Cuánta agua pusiste? – Akaashi intentó no reír.

- Lo normal, cada noche los regaba – se encogió de hombros.

Aquello hizo que el menor soltara una gran carcajada descolocando al mayor.

- ¿Qué pasa?

- Los cactus se caracterizan por ser regados con poca frecuencia, Bokuto-san.

- Oh, nunca tengamos hijos. 

- Capaz de darle una golosina caducada sin darte cuenta.

Bokuto rió a carcajada limpia mientras Akaashi lo observaba con una sonrisa limpiando el estropicio que había causado.

Dejar el cactus al cuidado de Bokuto le había enseñado que el mayor no era capaz de cuidarse de sí mismo, por lo que se dijo a sí mismo nunca más abandonar a Bokuto, incluso más allá de la muerte.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Sep 17, 2016 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Cactus ✧ bokuakaWhere stories live. Discover now