-Dígame que lo trajo.
-No. Pero encontré a alguien que te buscaba.
-Hola.
-Supe que casi mueres.
-Supe que tú casi mueres.
-¿Estás bien?
-Sí, Brunski me golpeo en la cara. Al parecer era un asesino en serie.
-Tiene sentido.
-Sí. ¿Qué hay de ti?
-Por poco, nos prenden fuego.
-¿Y están bien?
-Básicamente.
-¿Tú estas bien?
-Estoy bien. Ya me voy.
-No te vallas.
-Debería irme.
-Está bien.
-Está cerrado.
-¿Por qué cerraría la puerta? Ah, disculpe, ¿Melissa? ¡Melissa!
-Yo podría derribarla.
-Creo que mejor no. Ah, ya le debo a este hospital suficiente dinero.
-¿Por qué cerró la puerta con llave?
-Tal vez no lo hizo apropósito.
-No cierras una puerta con llave por accidente.
-Si, tal vez ella no estaba pensando bien, o no estaba pensando con claridad, a veces la personas hacen cosas sin siquiera pensarlas.
-Entonces es estúpida.
-No, hasta la personas listas hacen cosas estúpidas porque creen que es lo correcto. Y no creo que debamos poner esto en su contra, por, ¡el resto de su vida! En especial, porque a intentado disculparse ciento de veces con mensajes y con corres de voz.
-¿Va a seguir rogando?
-Seguramente.
-Yo no sé como es eso del, perdón, hay cosas que aprendo rápido, pero hay otras cosas que son...
-¿Cómo matemáticas?
-Las odio.
-¿Me odias a mí?
-Tu me gustas, Stiles. Me gustas mucho.
-Es suficiente para mí.
~Stiles y Malia, Teen Wolf
