XVII. La noticia῀

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῀ La noticia῀

— ¿Qué hace ella aquí? se preguntó en su mente al verla a ella en su oficina. — ¿Vienes a buscar algo?

Se sorprendió cuando la vio otra vez, en su propia oficina donde ambos compartieron muchos momentos de trabajos importantes y también, donde él era el "malo" con ella, es decir, le gustaba que Higurashi se humillara ante el...Y su secretaria solo fue una inocente víctima. Este se encargó de guardar sus cosas que estaban sobre su escritorio, la miro de reojo, notando que Kagome también hacia lo mismo.

—No me despidieron, como a ti. —Respondió cortante, —Me asignaron a otro puesto.

— ¿Puesto? —repitió perplejo.

—Tu padre tuvo que buscar una manera para disculparse con mi madre. —aclaraba un poco el asunto. —El me ofreció un mejor puesto.

—...—permaneció en silencio por unos minutos, porque a Sesshomaru lo habían despedido y a su secretaria se ganaba un mejor puesto. — ¿Cuál es? —se acercó agarrándola de ambas muñecas y llegándola a un rincón de la oficina.

—E-El que tú dejaste. —respondió nerviosa, evitando ruborizarse.

Sesshomaru no se dio cuenta que había quedado en una posición incómoda, parecía que subía su rodilla en la entrepierna. —...S-Suéltame—le obligo estando colorada.

—...N-No lo hare—contra decía, soltándole del lado derecho para tomarla del mentón, uniendo sus labios con los de ella, provocando un apasionado beso, donde profundizaba sus labios para que dure un poco más, Kagome apoyaba sus manos en sus hombros, este enredaba sus dedos en el cabello de ella.

Cuando se separaron al mismo tiempo, ambos trataban de recuperar su aliento. Parecía que en sus miradas salían chispas, apenas habían pasado casi una semana de la boda. Y esto se iba yendo a una ¿reconciliación? Para el joven creyó que podía haber pasado eso, aunque al parecer, ella todavía seguía dolorida, eso podía examinarlo bien en sus ojos cafés.

—Debo irme—dijo al darle la espalda.

—Sesshomaru—lo llamo estando sonrojada.

— ¿Qué ocurre? —se detuvo para mirarla de reojo.

—El nuevo puesto que me dieron, tenía el objetivo de viajar a los Estados Unidos—le avisaba al inclinar la cabeza. —Me iré el fin de semana con Inu e Irasue hasta allá, por temas de trabajo.

— ¡¿Qué?! —reacciono al voltear para dirigirle la mirada.

—L-Lo siento. —se disculpó. —Creo que será un adiós.

— ¿Por qué lo dices?

—Porque me iré a vivir allá.

En aquel momento, quería volver a acercarse hacia ella pero alguien le agarró del brazo, impidiendo ese acercamiento, cuando voltea, se dio cuenta que fue su cuñada. — ¿Qué haces tú aquí? —pregunto molesto. Su medio hermano la estaba acompañando.

—Sabía que regresarías, maldito. —insinuaba Inuyasha quedando de brazos cruzados.

—Vine a detenerte. —contestaba Kikyo estando seria. —...Basta de mentiras, Sesshomaru.

—...—no dijo nada, ella lo había soltado ya que se dio cuenta que se calmó un poco. —...Lo que hice hoy, fue verdad.

—Sesshomaru...—suspiro Kagome desviando la mirada.

—...Ya que están los dos aquí, quiero darles una invitación. —musito la pelinegra al entregar unos sobros amarillentos con letras negras.

— ¿Qué es esto? —preguntaron ellos dos al unísono.

—Invitaciones separadas, para que vengan a mi boda con Inuyasha—respondía aclarando aún mejor las cosas.

— ¿Casamiento?

—Ahora sí, puedes retirarte Sesshomaru—ordenaba este echándolo.

El peli plateado se iba retirando del lugar que alguna vez, fue su oficina, ahora la ocuparía ella... De camino, sentía esas miradas pesadas de los otros empleados, incluyendo a Miroku y a Sango, que todavía seguían molestos con él por la forma que jugo con su amiga.

—Hoy no es mi día. —murmuro por lo bajo.

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Los días fueron pasando, y la relación de ex "amo" a nueva jefa se fue distanciando de manera lenta, porque ambos todavía se recordaban con afecto a pesar que llevaron una relación falsa...De las muchas veces que estos dos se preguntaban en sus mentes, -¿Volverías a hacer lo mismo?- Estando en lugares separados, ella en su nueva oficina y el en un departamento cómodo para su gusto. Sus respuestas fueron respondidas al mismo tiempo...-Si-

El muchacho re leía la invitación a la boda de su medio hermano. Suspiraba porque tendría una oportunidad en recuperarla, porque solo ella le hizo despertar muchas emociones y sentimientos cálidos que alguna vez los había guardado u olvidado completamente. —Iré a la boda—dijo al levantarse de su cama que era ancha, como para que duerman dos personas.

Su padre no le había echado de su mansión, solo que el joven decidió tomarse un tiempo para pensar en lo que hizo, todavía sentía culpa. Necesitaba encontrar alguna manera para detener el viaje de Kagome... Además ella se iría dos días después de la boda de Inuyasha y Kikyo, ahora solo faltaba tan solo dos días para el casamiento...

—Tengo que hacer algo. —decía estando seguro.

Continuara...

Una Boda de MentiraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora