"Nadie Mas Que Tu"|Astro☆|EunBin/Binwoo|[ADAPTACIÓN]

Capítulo 3 "MoonBin"

Eunwoo nunca pensó que odiaría tanto algo.

Y ahí estaba él odiando a muerte el color blanco.

Estaban en el centro de la ciudad, en la casa de modas de SaeRon específicamente, pues ella se encargaría de diseñar y confeccionar su traje y el de "su prometido" para la boda. Tenía a dos chicas alrededor, midiéndolo y llenando con alfileres el horrorosamente blanco traje que iba a usar. Aún no estaba del todo listo, pero con sólo verse al espejo sentía unas tremendas ganas de vomitar.

Esas estúpidas prendas sólo le recordaban qué su tortura estaba más y más cerca.

— ¡Ay! —chilló Eunwoo pegando un salto, al ser pinchado por una de las chicas -.

— Lo siento joven. —se disculpó ella, mirándolo apenada -.

— No hay problema. —contestó él con una sonrisa tranquilizadora y la muchacha siguió con su trabajo -.

Eunwoo volvió la vista al frente hacia el espejo, para seguir contemplándose. A sus espaldas estaba Sanha cómodamente sentado en un sillón, en el espejo el pelinegro sólo lograba ver el cabello naranja de su hermano sobresalir pues el muchacho mantenía la cabeza baja, muy ocupado mirando su celular.

— Lim y Jia no te pincharían tanto, si dejaras de moverte —regañó su madre -.

SaeRon detuvo su caminata por el salón y para dirigirse a las empleadas, pidiéndoles qué le prestaran atención al pantalón, algo sobre la rodilla, el cierre y el tiro, y sabrá Dios que carajo es un tiro.

— Ellas no me pincharían sino estuvieran haciendo este absurdo traje en primer lugar. —murmuró Eunwoo para si mismo, siendo totalmente ignorado por todos alrededor -.

Lim le pidió qué diera una vuelta y el muchacho lo hizo, dándole la espalda al espejo y quedando frente a su hermano. A veces enviada la despreocupación constante qué caracterizaba al menor.

— ¿Eunwoo? —llamó el pelinaranja, para luego subir la mirada y descubrir a su hermano viéndolo— Necesito tu ayuda -.

— ¿Dime? -.

— ¿Rojo o Azul? -.

—Azul. —respondió el pelinegro — ¿Por qué la pregunta? -.

— Minhyuk está comprando su traje para tu fiesta y me está preguntando para tener corbatas de pareja. —contestó el mayor con una tenue sonrisa -.

— Son demasiado cursis —se burló Eunwoo recibiendo en respuesta que Sanha le sacara la lengua -.

SaeRon había empezado a hablar por teléfono, quién sabe con quién, y de nueva cuenta paseaba por toda la alcoba a la par qué iba anotando cosas en una pequeña libreta.

Eunwoo se preocupaba poco por SaeRon, ella podía comer fuego frente a él y aun así no le prestaría atención. Ya tenia claro qué hiciera lo qué hiciera no haría qué ellos cambiaran de opinión y no valía la pena insistir, mucho menos tenerles cuidado.

En su lugar, el muchacho se quedó viendo a su hermano, mientras este seguía pegado a su celular sonriendo como tonto. Sin poder evitarlo se sintió celoso. Celoso, porque su relación era perfecta. Sanha y Rocky habían nacido para estar juntos, se complementaban perfectamente, incluso cuando sus personalidades diferentes chocaban, —cosa que ocurría muy a menudo— habían estado juntos toda la vida, literalmente.

Cuando la madre de Minhyuk se enteró de que estaba embarazada lo primero que hizo fue contarle a SaeRon. Ellas eran amigas de toda la vida y se habían prometido que sus hijos estarían juntos en el futuro, sin importar qué.