Background character

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-¿En qué piensas?- Preguntó Kayano con curiosidad.

Fuwa se sobresaltó un poco e inmediatamente alzó su mirada hacia ella a medida que parpadeaba estupefacta.

Sus ojos violáceos se toparon con la imagen de la única reacción de la peliverde ante su comportamiento, que fue una pequeña sonrisa y una inclinación de cabeza.

La chica le miraba con atención, pendiente de la respuesta que pudiera darle y esperándole silenciosamente mientras que ella se debatía en su mente qué decir.

El bullicio de la gente a su alrededor parecía menos agobiante si se quedaba quieta y pensativa en su lugar, las miradas furtivas y casi amenazantes de los alumnos del edificio principal no parecían afectarle y el ambiente del gimnasio ya no le resultaba tan hostil cómo lo había hecho minutos antes. Al menos no en ese momento, en el que estaba perdida en su mundo, la conferencia había terminado y las clases habían empezado a dirigirse a sus correspondientes aulas poco a poco. Pero la mirada interrogante de su compañera seguía estando allí.

Apretando el puño en torno al borde de su falda, intentó sonreírle con tranquilidad a Kayano para que no se preocupara. De esa manera ambas podrían seguir a sus compañeros fuera del gimnasio y dirigirse al edificio de la montaña. Era la rutina en esos momentos en los que visitaban el campus principal, era lo mismo de siempre, lo que debían hacer. Y la oleada de alumnos andando a paso lento hacia la salida se lo recordaba a cada segundo que pasaba.

-En nada.- Dijo con su ánimo característico.

La sonrisa de Kayano flaqueó un poco ante esa contestación. Pudo notarlo, aunque era normal que lo hiciera. Incluso ella dudaría de esa respuesta sabiendo que la persona en cuestión había estado durante toda la asamblea mirando al suelo y pensando en sus cosas.

Ella no solía ser alguien callada, tampoco decaída, por lo que podía comprender por qué Kayano le había preguntado aquello, intentando averiguar si le preocupaba algo. Incluso había notado las miradas curiosas de los demás.

Y sí, lo hacía. Pero no iba a contárselo, porque era su problema, no el de sus amigos.

-¿De verdad?- Acabó preguntando la otra algo indecisa.- Hoy estás algo rara, tú...

-Deberíamos irnos ya con los demás ¿No crees?- Dijo impaciente y con la intención de cortarla.

La peliverde se quedó callada y asintió con la cabeza, algo incómoda por lo último. No la culpaba, estaba claro que no quería hablar del tema. Y lo recalcó aún más cuándo se dio la vuelta y empezó a andar hacia la salida, sin prestar atención a las pocas personas que quedaban de su clase y a su propia amiga.

Se sentía mal, de verdad lo hacía, por muchos motivos distintos.

El primero era por evitar así a su amiga y sus compañeros, no era propio de ella y era consciente de ello. Debería afrontar el tema, al menos intentar solucionarlo, pero a medida que se acercaba al portón del gimnasio estaba más segura de que era algo fuera de su alcance.

El segundo era porque estaba harta de ver a Sakakibara Ren coqueteando con toda estudiante femenina que se cruzara en su camino, que no eran pocas.

No sabía qué esperar, tampoco qué pensar.

Simplemente era una asunto con el que ella no podía lidiar, al menos de la forma en la que le gustaría.

El amor no era para ella, nunca lo había sido. El mejor ejemplo que tenía para corroborarlo era que no le gustaban los mangas shoujo, no solía leerlos. La única aficionada a ellos era Kurahashi y cómo poco había compartido algunos, pero no habían sido nada significativos. A ella le gustaba el shounen, con las peleas, la sangre, la acción, el drama, etc. Porque era lo que le llenaba, lo que le había gustado siempre. Ella no era sensible, ni enamoradiza, ni dulce cómo una heroína del shoujo debería ser. Ella era todo lo contrario y estaba bien con ello, porque era ella misma y los demás lo aceptaban, era feliz así.

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