Capítulo 5

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La vida de Byun Baekhyun no siempre fue así. A la edad de nueve años, fue que sus problemas comenzaron.

Empezó perdiendo la vista periférica, y para los diez años, quedó privado de todo estímulo visual. Con gran esfuerzo, sus padres lograron ahorrar lo suficiente para programar una consulta con un especialista, y poder al fin saber qué es lo que aquejaba a su hijo.

Un glioma óptico en el quiasma, eso había dicho el doctor. Era un tumor infrecuente, pero muy común en niños. Baekhyun fue del ínfimo porcentaje que no tuvo tanta suerte.

El tratamiento era uno solo; cirugía. Fue una lástima que en ese entonces su familia no tuviera los medios económicos necesarios para solventar el tratamiento. Eso cambió cinco años después. Su padre obtuvo una buena oportunidad laboral, y ellos se mudaron a Jeju, donde al cabo de un año, ya gozaban de una vida bien acomodada y sin pesares financieros.

Naturalmente, la oportunidad de los Byun de devolverle la vista a su único hijo los hizo más que felices. Los riesgos eran grandes, una cirugía en esa zona era siempre peligrosa, así que contra todo pronóstico, fue el propio Baekhyun quien rechazó esta opción.

Le había costado horrores adaptarse a esta nueva vida, pero era demasiado cobarde para asumir tal riesgo. Así que después de mucho pensarlo, su decisión había sido declinar. Sus padres, aunque algo apenados, respetaron la disposición de su hijo. Lo siguieron consintiendo en todos los aspectos, y Baekhyun llevó una vida tranquila y llena de optimismo por otros cinco años más, hasta que él apareció, Chanyeol.

El hombre había llamado su atención desde el primer momento, cuando ya al despedirse, pudo oírlo murmurar la respuesta a su pregunta en un tono demasiado interesante como para dejarlo pasar. Jamás se esperó encontrarlo en el mismo hotel en el que trabajaba desde hace dos años, y mucho menos enterarse por sus compañeras cotillas, que era un joven ingeniero perteneciente a una firma muy conocida de construcción, encargado de planear la edificación de la nueva sucursal del hotel.

Llámese suerte o destino, Baekhyun encontró en él algo que nunca antes había conseguido; valor. Comenzó como una simple amistad, y pronto avanzó hasta lo que ahora eran. Francamente Baekhyun jamás lo había dicho, pero era más que claro que lo que sentía por Chanyeol iba más allá de una amistad o un mero calentón.

En solo cuatro meses, el mayor había logrado enraizarse en sus pensamientos y en su alma a tal grado, que no pasaba un solo día sin que rondara su mente, y sus pasos siempre lo guiaban hasta la habitación 614 al final del día, como si ello fuera tan necesario como el mismísimo oxígeno.

Amor a primera vista. Baekhyun rio con ganas ante lo cliché de la frase, más aun teniendo en cuenta su condición. No... no, lo suyo no había sido algo tan corriente como eso. Iba más allá. Era la personalidad alegre de Chanyeol, eran sus manos, eran sus palabras, era cómo se sentía cuando estaba con él, lo que lo había llevado hasta donde ahora estaba.

Sentado allí, en la sala de esperas del hospital que tantas veces había visitado, recordó la conversación que tuvo con Hyuna la tarde anterior, donde había verbalizado su deseo de someterse a la cirugía que por tanto tiempo había retrasado.

Solo fue hasta la casa de la rubia y se lo dijo, y ante la interrogante de su amiga sobre el repentino cambio de parecer, Baekhyun solo pudo sonreír con melancolía, respondiendo un quedo "Yo solo, no quiero ser un estorbo. Quiero ser una persona normal, y no una mancha oscura en la vida de alguien tan radiante. Quiero mirar a los ojos del hombre que ha prometido pintarme amaneceres, y decirle que lo amo sin sentir que lo condeno a una vida tan llena de limitaciones como lo es la mía. Esta mañana... fue la primera vez en muchos años... en que me arrepentí de ser tan cobarde, y negarme la oportunidad de contemplar el rostro de la persona que amo al confesárseme".

Hyuna lo abrazó, y dejó que llorara sus inseguridades sin decir una palabra, y una vez que las lágrimas se secaron en sus mejillas, le sacó sonrisas, halagándolo por lo increíblemente guapo que era Chanyeol, y codeándolo hasta hacerlo sonrojar cuando fue más allá y pidió con picardía los detalles de sus encuentros, asegurándole que desde el primer momento, el tipo no pudo mirarlo con otros ojos que no fueran los de un completo idiota por él.

Cuando el ameno momento terminó, Baekhyun confeso haber dejado a Chanyeol dormido en el hotel, ya que su decisión era por completo desconocida por el alto, y planeaba que fuera así hasta las últimas consecuencias.

–¡Byun Baekhyun! –llamó la recepcionista, y esto hizo al castaño volver a la realidad. Apretó el mango de su bastón, y dándose algo de valor en un hondo suspiro, se levantó y caminó a paso firme hasta volver a sentarse, esta vez frente al escritorio del Dr. Kang, el médico que ha llevado el seguimiento de su caso desde que se mudaron a la isla.

–Bien, ¿qué te trae por aquí Baekhyun? –preguntó el neurólogo con cariño. Tantos años le habían hecho despertar un apego especial hacia el castaño –Aún no hace ni seis meses de tu último chequeo. El siguiente no está programado hasta el próximo año.

–Yo... –Baekhyun empezó a restregar sus manos en su regazo, nervioso –Venía porque he decidido aceptar el tratamiento –habló atropelladamente.

El doctor calló unos segundo, antes de hablar –Bueno, esto es bastante... repentino –comentó, acomodándose en su asiento –Estoy feliz por ti Baekhyun. Me alegra que lo hayas decidido.

El bajito podía percibir la sonrisa en el tono del mayor, y por un momento esta alegría lo contagió.

–Gracias... –murmuró agachando la cabeza.

–Pero debes saber que aunque el riesgo en el que pones tu vida sigue siendo el mismo, tus posibilidades de recuperar la visión se han ido reduciendo a lo largo de los años –dijo serio.

–Lo sé, aun así estoy dispuesto a intentarlo.

–En ese caso, recomendaría iniciar con unas sesiones de quimioterapia. Si el tumor reduce su tamaño será más fácil extirparlo, y nos dará una pauta de si la cirugía te devolverá la visión. En lo personal no creo que funcione, ya que no ha crecido más que 0,3 centímetros en todos estos años, pero no perdemos nada intentándolo, ¿no? Te programaré la primera sesión y veremos cómo vas evolucionando –el castaño solo asintió, oyendo el bolígrafo deslizarse sobre el papel y luego el sello golpeando contra la dura superficie –Entonces nos estaremos viendo seguido, Baek. De nuevo, me alegra que hayas tomado esta decisión –le entregó los papeles y le dio una palmada amistosa en el hombro –¿Estás seguro de esto, verdad?

La pregunta le puso los vellos de punta, haciendo aflorar sus antiguos miedos. Aún estaba a tiempo, podía echarse atrás o tomarse unos días más para decidirlo. Analizar sus opciones con más detenimiento y...

"¿Quién soy yo para ti ahora?"

"Tú eres mi aurora"

Las palabras roncas sacudieron sus pensamientos, y la imagen mental que se había hecho de Chanyeol vino a él.

Chanyeol... El hombre lo había aceptado desde el primer día. No le importó que él estuviera ciego, y podía apostar que esto no fue un dato irrelevante para el alto. Pero sin embargo nunca se alejó, siguió frecuentándolo, dejando sus intenciones en claro tras unas semanas de haberlo conocido.

Si Chanyeol tomó la decisión de seguir adelante y dejar los prejuicios a un lado por él, Baekhyun se sentía en la imperiosa necesidad de estar a su nivel. De ser valiente y luchar por lo que quería. Y no había nada que quisiera más que llevar una vida normal, junto a la persona que esperaba contemplar todas las mañana, y ser él el que pintara sus mañanas de sonrisas y alegría.

–Sí –respondió con firmeza. La decisión ya estaba tomada. De todos modos, si todo fracasaba, si la cirugía no resultaba, Chanyeol nunca lo sabría. Baekhyun no estaba dispuesto a arrastrarlo a su patética vida. Él solo se alejaría en silencio, y dejaría que el tiempo curara las heridas del alto. Chanyeol era fuerte y lo superaría. Volvería a ser la persona radiante que ya era, sin nada que lo atara, sin nadie que lo retuviera de seguir brillando como lo hacía. Baekhyun lo tenía bien claro, y deseaba en el fondo, con todas sus fuerzas, que esto resultara.

Por contemplarte [Baekyeol/Chanbaek]Where stories live. Discover now