Capitulo IV

23 2 1
                                    

Viernes 25 del 2025 5:30pm

Tres personas se encontraban en total silencio en una pequeña cafetería, donde se decía que hacían las mejores tortas de la ciudad. Cada quien con un gusto diferente y una taza de café.

Las miradas de las albinas se cruzaron, sabia que ocurriría ahora Darlene, su amiga cuestionaría todo, ya que no se entero de la mejor manera de su nueva relación, a su lado un calmado Castiel probaba de su torta de chocolate con frutas de temporada.

-¿Y bien?-comenzó a hablar su amiga, si pudiera en ese momento desaparecer, lo haría.

-¿Y bien? ¿Qué?-intervino esta vez el pelirrojo, quien dejo el tenedor de plata aun lado, para luego centrar su atención en Rosalya.

-¿Cuándo pensaban decírmelo?- volvió a inquirir antes de llevar la fina porcelana a su boca.

-Creo que son cosas que no son de tú incumbencia-Darlene miro a su novio como retándole por ser tan descortés, esté rio y le guiño, ambas muchachas sabían como era y no era de esperarse que contestase así.

-Se ha dado solo todo esto Rosalya, yo aun no me la creo estar con un bruto como él- la risa ahogada de la mencionada ante lo ultimo hizo que los tres rieran.

-Sabes que me amas enana- Rosalya reía al ver como sus amigos forcejeaban, realmente se alegraba por ellos.

-Disculpen la demora- se escucho la tan conocida voz de aquel albino, la pareja que jugaban entre ellos dejaron de reír y quedaron estáticos al escucharlo.

-Oh...am Lyasandro, siéntate por favor- digo la peliblanca- estábamos probando los sabores para la torta de bodas.

-Mi hermano no pudo venir-pregunto como si no le afectara en nada, aquella atmosfera, sus ojos se enfocaron en sus amigos, quienes aun seguían callados- ¿Sucede algo?

-No, Leigh tenia unos asuntos que atender en la tienda- vio como Castiel se levantaba y tomaba de la mano a la pequeña albina que tenia por novia- ¿Ya tienen que irse?

-Si, tenemos algunas cosas pendientes que hacer- sabia bien, que aun le afectaba la presencia de Lysandro a Darlene, por lo que decidió no arriesgarse e irse de allí aun cuando tenían la oportunidad-

-Pero Lysandro acaba de llegar, creo que al menos se podrían quedar unos minutos más- vio a su amiga que empezaba a incomodarse-oh ya veo, si, si pueden irse, podemos juntarnos otro día a platicar.

-Si, un gusto el verte Lysandro, te llamo luego Rosalya- digo saliendo ya apurada la chica, dejando a Castiel atrás.

Ya fuera del local se apoyo contra la pared a aguardar a su novio, escondió sus manos tras su espalda y cerro los ojos por un instante, tiempo suficiente para que Castiel quien recién llegaba la acorralara y la besara con fiereza. Ese contacto hizo que entrara en si y disfrutara del beso, que se olvidase por un instante de todo, sus brazos se acomodaron tras el cuello del pelirrojo y como si el calor del otro cuerpo la llamase, pego su pecho al de él, disfrutando aun mas por su cercanía. Pero por culpa del aire se alejaron lo suficiente como para aun seguir rozando sus labios, ambos aun con sus ojos cerrados, solo viviendo en su propia burbuja; pero un carraspeo exploto su pequeña "burbuja de amor", sus miradas se dirigieron al chico de mirada dispar, quien estaba tranquilo ante aquella escena.

-Te olvidabas tu cartera, Darlene- dijo extendiéndosela, pero Castiel la tomo antes que la peliblanca quien aun estaba pegada a su cuerpo.

-Gracias, suele olvidarse sus cosas en los locales, ¿no es así amor?-el rostro de Lysandro fue todo un poema al escuchar aquello ultimo, ¿acaso ellos estaban saliendo? ¿desde cuando? Si, su cabeza era un caos, había lagunas mentales donde tendría que estar los recuerdos referente a la chica que tenia en frente, quien a pesar que la veía seguido, debido a Rosalya y a su pelirrojo amigo. 

Forgetting that I forgetWhere stories live. Discover now