Capítulo O1.

3.9K 243 33
                                    

T. Capítulo O1.

Habían pasado ya dos meses de lo sucedido con el señor del fuego Ozai, no puedo decirles que todo estaba bien porque recién estaban curando las heridas provocadas por la guerra en cada nación, pero mejoraría, confiaba en ello porque confiaba en que Zuko podría revertir todo lo que su abuelo había provocado por codicia.

Todos los del equipo avatar, como Zokka nos bautizó, habíamos estado viviendo en una de las tantas casas del Señor del Fuego Zuko, debo admitir que es bastante raro llamarlo así.
Después de un mes de estabilización decidimos que cada uno debía cumplir con nuestras obligaciones, Aang debió partir hace un mes para empezar a cumplir sus labores como Avatar, Zokka y Katara partieron dos días después para la tribu agua del norte para encontrarse con su padre mientras que Zuki ayudaba a los afectados en la Nación del Fuego junto con las guerreras Kioshi.

El estimado Señor del fuego Zuko empezó a tomar posición de su cargo junto con alguno que otro consejo de Iroh, era reconfortante tenerlo cerca, es como un padre para mí. Y hablando de eso, como cada uno me dejó sola en este lugar, decidí que lo mejor sería irme también.

-No es necesario que lo hagas, lo sabes ¿cierto?- dijo Zuko apareciendo de la nada, aunque claro lo había sentido hace cinco u ocho minutos.

-Cierto. Pero tengo que hacerlo. Todos están resolviendo sus vidas y cuando nos volvamos a ver no quiero que la mía siga siendo un desastre, ya lo postergué bastante.

-Sigue sin ser necesario- no sé por qué trataba de hacer que me quede, tal vez no quería quedarse solo al igual que yo.

-Deja de molestar, tengo que terminar de empacar así que pásame mi ropa interior, está en el segundo cajón.
Sonreí cuando no escuche ninguna palabra de su parte, claramente estaba sonrojado y estaba orgullosa de ser yo quien lo lograra.

-Toph...- quise reírme cuando lo oí tan avergonzado y termine lanzando carcajadas.

-Es broma- escuche un pequeño suspiro de su parte -después de todo yo no la uso- silencio de nuevo, este debe ser un récord.

-A tan temprana hora y ya molestas a mi sobrino, me encanta tenerte aquí.

-No es culpa mía que se sonroje por cada ocurrencia que sale de mí, además ya es entrada la noche, Iroh.

Pude escuchar su ronca risa, mientras que podría apostar que Zuko estaría aún tan rojo como la bandera de esta nación, aunque de hecho nunca la haya visto.

-No vine a a avergonzar más a mi sobrino, solo vengo a decirles que la cena ya esta lista- sentí como se iba mientras que Zuko se sentía mas tranquilo, tal vez porque no seriamos dos los que lo molestaran.

-El fantasma que tienes por novia ¿está en el palacio?

-Si hablas de Mai, si lo hace. Se irá esta noche, irá a visitar a su tío. Y tu te vas mañana, ¿no puedes quedarte unas semanas más?

-Si me voy mañana prometo hacer todo para llegar antes de tu cumpleaños.

-Bueno, si sientes que debes arreglar todo con tus padres esta bien. Te apoyaré y si necesitas algo no dudes en contactarme.

-Deja tu cursilería para mañana no la desperdicies, vela andante.

-Pensé que habíamos acordado que me dirías Zuko o Señor del Fuego- respondió a mi burla con una queja.

-Bien, ese no es mi estilo, antorcha. Vamos a comer que mi estómago no deja de gritar por comida.

-Entonces ese terrible sonido ¿era tuyo? Vamos-. Me tomó de brazo para que entre risas nos dirigiéramos al comedor.

Cuando llegamos a este, pude reconocer la presencia de Iroh y la insípida de Mai.

-Hasta que por fin llegan, chicos- dijo Iroh con su típico buen humor de siempre.

-Ya estamos aquí, tío.
-Lo lamento, tío.

Dijimos ambos al mismo tiempo, mientras podía sentir en mí la mirada de Mai.

-¿Por qué le dices tío?- hablo finalmente ella, logrando que rodara los ojos.

-Ella es como una ahijada para mí -. Explicó Iroh, tratando de evitar que responda de forma grosera por supuesto.

-Además, él me lo pidió -. Terminé de explicarle con una sonrisa de orgullo al saber que ella no contaba con ese privilegio mientras ella bufaba.

La cena pasó rápido y media hora después de ésta, Mai ya estaba lista para irse y yo tratando de disimilar mi alegría.

-Cuidate, Mai, te extrañaremos-. Dijo Zuko abrazándola.
-Manda mis saludos a tu tío-. Continuó Iroh.

Sentí su mirada sobre mí, por lo que supongo esperaba le dijese algo.

-Adiós y tomate tu tiempo, fantasma.

Ella bufo y giró lista para irse y yo lista para disfrutar el poco tiempo que tenía con tío Iroh, Zuko y la ausencia de ella.

[...]
Estaba en casa de nuevo, después de tanto tiempo y debía admitir que extrañaba a mis padres.

-¿Mamá? ¿Papá?

No había nadie, lo cual me pareció extraño ya que ellos dijeron en la carta que estarían esperando por en casa.

Cuando iba a llamarlos por segunda vez sentí como era aprisionada en una caja de metal, sin rastro de tierra o de polvo, me sentía como aquella chica que mis padres una vez creyeron que era; ciega e inútil.

Comencé a desesperarme y golpear todo a mi alrededor para ver y sentir absolutamente nada, mi respiración empezaba a fallar y yo a sentirme mareada y enclaustrada.

-¡Ayuda!- había despertado de lo que había sido un mal sueño, respiraba agitada mente y tenía una ligera capa de sudor en mi frente.

Escuche unos pasos y asustada toqué rápidamente el suelo con la palma de mi mano.

-Soy yo- había dicho Zuko tratando de regular su respiración tras haber corrido hasta aquí al parecer- ¿qué pasó?

-Solo una pesadilla acerca de mis padres.

-Yo también las tengo- admitió- ¿estás segura de esto?

-Sí, - respondí a la vez que asentía - no puedo seguir siendo una cobarde, eso no va conmigo.

-Esta bien, pero me quedo- dijo mientras tomaba un lugar en la cama, claramente preocupado.

-Gracias.

It Will Rain .Toko.Where stories live. Discover now