Capítulo 24: "Llego la piza"

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Rato después – Oficina de Lauren

Lauren había decidido que era mejor que ella misma acompañara a Camila hasta el estacionamiento.

No porque no confiaba en Dinah, sino porque primero que la mujer aun no salía del estupor de ver a la tatuadora desnuda y segundo, y no menos importante, si la pelirroja acompañaba a la morena, de esa manera podía aprovechar el ascensor para repasar las partes de la boca que amaba de la otra chica y dejar que Camila esculcara su boca como ella quisiera, o podía aprovechar la poca luminosidad del parqueadero de autos para, apoyadas en el camioncito de helados, repasar el contorno del pene de la morena con sus propias manos y de paso, también podía dejar que Camila se desquitara jugando un rato con sus pechos.

En fin, hicieron todo eso y un poco más. Toda la diversión terminó cuando el guardia del estacionamiento encendió el pitido que avisa la entrada de un nuevo auto y la pelirroja le dio el último y profundo beso a su chica para dejarla ir toda rezongona por su erección sin tratar.

La sonrisa que Lauren portaba en su rostro a medida que caminaba por el edificio le dio que sospechar a más de uno de sus propios empleados. La pelirroja no sabía si la miraban por eso o por su raro caminar, sea por lo que sea, Lauren lo llevaba con orgullo, la sonrisa porque tenía una novia que la hacía enamorarse cada vez más y su caminar, porque para ella era una medalla de honor, no cualquier recibe el exclusivo trato del rarón y vive para contarlo.

- Dinah... - Llegó al escritorio de su secretaria

- ¿Se encuentra bien Señorita Jauregui? – La mujer la miraba como una madre preocupada mira a su hijo.

Lauren alzó una ceja y contestó – Estoy perfecta Dinah, gracias por preoc...

- ¿Está segura? Porque... disculpe si me meto pero... es que... como decirlo... lo que vi es... es... es... - la preocupación de la mujer no encontraba palabras.

- Dinah – la frenó Lauren

– Estoy muy bien. Agradezco tu preocupación de todas maneras – Tampoco había tanta confianza entre ellas

– ¿Terminaste con tus tareas? – le preguntó.

- Por supuesto señorita Jauregui – le aseguró orgullosa de su propio trabajo

– Ya limpié su agenda de hoy como usted me ordenó y todos los asuntos urgentes ya están solucionados – informó

- Perfecto – dijo Lauren

– Da el aviso de que todos los empleados tienen el resto del día libre y después de eso puedes retirarte, muchas gracias por todo Dinah – le dijo a su empleada

- ¿Algún problema? – la mujer se le había quedado mirando como si de su boca escupiera fuego.

- Disculpe pero... ¿Me podría repetir lo que acaba de decir Señorita Jauregui? – pidió con respeto la mujer

- Dinah – Lauren se resignó

– No has escuchado mal ni nada por el estilo. No tengo la cabeza en el correcto lugar para trabajar esta tarde – la cara de pícara de Dinah lo dijo todo .

– ¡Exacto! – Lauren le adivinó el pensamiento

– Ya sabes dónde está mi cabeza y por eso si yo no trabajo, no puedo obligar a mis empleados a hacerlo también, por lo tanto tarde libre para todo, no pasa nada si en una tarde no trabajamos – anunció retirándose para su oficina

– Hazte cargo por favor – ordenó suavemente. Dinah miró el teléfono sabiendo que le esperaba una difícil tarea de convencer a los empleados de que lo que decía no era una broma.

I'm Not For You (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora