6; Miércoles

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Esta vez le tocaba a ella darle los buenos días a él. Cambiar las tornas de lo que estaba empezando a ser su tradición (una tradición que iba a durar una semana) le parecía muy buena idea. Yaoyorozu se había limitado a salir en pijama y con el pelo recogido en una coleta mal hecha; y si dudarlo tantas veces como Todoroki lo hacía, llamó a la puerta.

Al ver que nadie contestaba volvió a hacerlo. A la tercera vez abrió un poco la puerta y se asomó cuidadosamente.

Todoroki soltó un gruñido y se tapó completamente con las sábanas. Ella no pudo evitar acercarse hasta donde él estaba tumbado para luego acabar arrodillada a su lado.

—Buenos días, Todoroki —susurró ella.

El chico se quitó la sábana de encima mostrando por fin su cara somnolienta. Tenía el pelo revuelto y los ojos entreabiertos ya que intentaban aclimatarse a la luz además de que su camiseta mostraba mitad de su torso ya que se había arrugado. Yaoyorozu se sonrojó al percatarse de esto último y apartó la mirada.

—¿Qué haces aquí tan pronto? —Preguntó él mientras se recolocaba.

—Quería adelantarme y darte primero los buenos días —murmuró ella con tono inocente haciendo que el chico mostrara una pequeña sonrisa.

—Buenos días, Yaoyorozu.

La chica sonrió y de seguido se levantó.

—Bueno, me vuelvo a mi cuarto —Indicó añadiendo un gesto.

—Si quieres podemos ir juntos a clase —Sugirió sin pensarlo mucho.

—Oh, vale —Ella sonrió.

—Y después de clase, ¿sigue en pie lo de estudiar juntos? —Asintió.

Ambos sabían que no era el plan más maravilloso del universo pero era una buena excusa para estar solos y sin que nadie les molestara, o eso creían.

Ya las aburridas horas de clase pasadas ambos se encontraban en la habitación donde se habían visto por primera vez ese día.

Yaoyorozu llevaba un buen rato haciendo ejercicios de matemáticas mientras que Todoroki se limitaba a mirarla. Llevaba dándole vueltas a la charla de ayer de Midoriya pero más aún el hecho de que Jirou y cía le llamaran por un mote. Podía sonar absurdo pero él también quería llamarle de alguna manera distinta al resto, por lo menos esta semana.

—Oye —murmuró sin apartar la vista de ella.

— ¿Qué sucede? —Dejó de escribir y levantó la mirada del libro.

—Las parejas se llaman de maneras especiales, ¿no?

Yaoyorozu levantó una ceja ante lo dicho. Todoroki se percató después de la estupidez de la pregunta pero el pobre chaval intentaba hacer lo que podía teniendo ningún conocimiento acerca del tema.

—Supongo que eso surge solo, ¿no? —Contestó ella.

— ¿Eso crees?

Se encogió de hombros. En ese momento se acordó de que ella también estaba en su misma posición.

—Puede que esto no sea muy buena idea —susurró la morena.

El de pelo bicolor chasqueo la lengua ya que eso era de las pocas cosas que no quería oír de ella pero las dudas comenzaban a rodear a la chica.

—Yo creo que sí que lo es por eso acepté. Solo hay que hacer lo que una pareja suele hacer.

Ambos empezaron a pensar en algo que era demasiado básico e instintivo pero ellos eran demasiado torpes para realizarlo. No querían algo forzado y era lo único que estaban consiguiendo. Ambos soltaron un bufido como si se estuvieran leyendo la mente. Que patéticos estaban llegando a ser.

Solo si es contigo; Todomomo [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora