Capitulo 14

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Desperté una hora antes de que las puertas se habrán. Hice el intentó de levantarme, el brazo de Thomas me lo impedía, intente de nuevo solo que está vez puse bajo su brazo la almohada, cuidadosamente y sin despertarlo.

Rebusque algo que ponerme en la caja que habían traído. No hay nada nuevo que usar, todo ya lo use y está sucio; no usaré ropa sucia. Encontré un peine y ligas para el cabello. Como si fuera a peinarme, me gusta andar despeinada me hace sentir libre.

Ayer dejé ropa cerca del lago, ¡Claro! Soy tan tonta.

Salgo de puntitas y cierro la puerta despacio. El Área está en silencio y a oscuras, el único sonido es el de los Larchos y sus ronquidos que se oyen igual de fuerte que las puertas cerrándose.

La ropa no está del todo seca, sigue un poco húmeda, eso no importa después de correr tanto quedará toda llena de sudor. Algo que noté el otro día es que en los baños de la Finca, si me voy hasta el final del cuarto, ¡Hay regaderas!

¡Me lleva el Penitente!

Yo medio bañándome todo este tiempo en ése riachuelo y los Larchos con regaderas y la cosa. Los cara de poplus que nos pusieron aquí pensaron en todo. 

Hay un 50 y 50 de probabilidades de que me vaya a duchar allá y no entre nadie. Corro hasta la Finca, entro como rayo a los baños, me deshago de mi ropa y entro a la regadera. Me importa un pepino que el agua este helada.

Mi cuerpo se pone rígido al sentir la frialdad del agua. Ahora bañarme en el río comparece tan mala idea, me voy a congelar. Mis dientes castañean, y con mis manos me abrazo a mi misma para darme algo de calor. Tengo el tiempo contado, si uno de los Larchos entra pasare el momento mas vergonzoso de mi entera.

-¡no entres! -grito tan fuerte que hasta la garganta me dolió.

Estoy de espaldas a la puerta y gracias a que es de metal, las bisagras rechinan al abrirla.

Quien sea que intento entrar se disculpa, supongo que también se fue. Dos minutos después cierro la llave, levanto mi ropa sucia del piso, dejándola sobre uno de los lavabos y comienzo a vestirme.  Primero la ropa interior, después el pantalón.

-¿Shank por que no entras? -escucho del otro lado de la puerta.

Oh no.

-el baño esta...

La puerta se habré de golpe y yo a medio vestir.

-¡Shuck! -exclama sorprendido.

Tomo lo primero que mi mano toma y me cubro el torso. Sólo faltaba ponerme la blusa, ¿No podían esperar dos segundos más?

-¡Minho! -espetó entre dientes-. ¡Lárgate!

El guey seguía mirándome atónito, sus ojos no se despegaba de mi pecho. La profecía se cumplía, este es sin duda el momento más vergonzoso de mi puta vida.

-no sabia que... yo... -tartamudea. Intenta mirar en todas direcciones menos a mi y mi pecho.

Con rapidez y torpeza me coloco la blusa. Tomo la sucia y esquivó a Minho en la puerta, ¡Me quiero morir! ¿Qué tal que hubiera llegado dos minutos antes? Me encuentra desnuda en la regadera y ¡Sopas!

-no era mi intención...

-ahorratelo -lo interrumpo.

Llegó a mi cabaña, cierro la puerta sin medir la fuerza y se escucha un gran estruendo por todo el lugar. Thomas se sobresalta. Por alguna razón estaba dormido con la cara en el suelo.

Siempre Te Recordaré (EDITANDO) #JUNTOS1Where stories live. Discover now