Capitulo 9.

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Bradd estaba mirándo ansioso mientras yo pensaba en qué parte podía poner mi cama. Las maletas de mi novio estaban sobre mi escritorio. Leonardo y unas cuantas chicas que le habían compañado ordenaban lo que era el resto de la casa. Me daba mucha alegría saber que el hermano de Bradd ya me consideraba una hermana suya.

- Amor, ¿aquí está bien? - Me reí.

- Se veía mejor del otro lado - Y antes de que la moviese le salté encima - Tranquilo, aqui estará bien - Dije sonriéndole.

- Bien... Ahora - Dijo mientras me miraba - ¿Donde dejaré mi ropa?

- ¡Tenemos un mueble vacío! - Gritó Leonardo desde las escaleras. Sonreí.

- En el mueble vacío - Dije encogiéndome de hombros. Sonrió y besó mis labios.

Le vi correr escaleras abajo y luego vi como su hermano y él subían el mueble a mi habitación. La cosa es que se estaba tomando enserio lo que mi abuelo le había dicho el día anterior.

- Supongo que ahora serás tú quien cuide de Elizabeth - Bradd sonrió y luego su mirada fue llenada con seriedad.

- Sí - Dijo sin más dudas.

- Entonces cuídala bien.

Sonreí mientras les veía animadamente ordenando la ropa de Bradd. Me quedé cambiando las sábanas de mi cama y me percaté de que había un cuadro con fotos de Sarami, fernando y yo. Dudé.

Dejé el cuadro boca abajo y seguí ordenando un poco. Leo tomó el cuadro y sonrió.

- Sales muy linda - Dijo entre risas. Bradd le lanzó una playera y yo sólo supe reír - ¡Puedes parar! Que le diga que esté buena no quiere decir que quiera follarla - Dijo mirándome de pies a cabeza - O tal vez...

- ¡Jódete! - Gritó Bradd lanzándole otra playera. Me reí a carcajadas y ambos me miraron sin comprender - ¿Amor, qué te causa tanta risa? - Bradd se notaba tenso.

- Que os lleveis tan mal por causa mía - Dije aún muerta de la risa - Es como si ambos pelearan por el mismo dulce - Dije mientras recordaba algo - Hey tú - Dije indicándo a mi novio - ¿Donde se supone que estan mis bombones? - Él sonrió. Sacó las manos de sus bolsillos mostrando que no tenía nada. Fruncí los labios y Leo sacó del suyo una bolsita con Bombones de frutilla.

- Puntos para el hermano mayor - Dijo entre risas. Bradd le lanzó una almohada.

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Por un momento me había echo a la idea de quedarme a vivir sola en casa después de que fuimos al juicio de mis "padres". Cuando me hicieron hablar, recuerdo que sentía la garganta seca y sobre todo, sentía pánico de decir demasiadas verdades. Cuando salté a la parte del abuelo, la gente le miró con desdén por pensar que el viejo no había ayudado a una pobre criatura que necesitaba toda la protección necesaria.

Al cabo del paso del rato, el juéz declaró que yo necesitaba una cierta cantidad de tiempo para ir al psicólogo. Que tenía permiso judicial para saltar las horas de clases en los periodos en que la psicóloga atendiése en la mañana, pero no hizo falta. Seguía yendo a las clases como si nada... Pero ya el caso de la pobre chica que fue cruelmente torturada por sus Padres era totalmente nacional. Muchos hablaban del asunto y aquello me incomódaba.

Darla supo sacarle provecho a aquello y en todos los recesos para el almuerzo me fastidiaba, pero claro, allí tenía a Lexi que lograba defenderme con uñas y garras.

Bradd estaba más distraído pensando en nuestro futuro. De vez en cuando hablaba de la posibilidad de casarnos, de tener hijos y formas una familia. Yo guardaba silencio y simplemente me guardaba mis comentarios.

Sin miedo a nada. [TERMINADA]Where stories live. Discover now