I. LA CUEVA

48 5 30
                                    

ANTES que nada, por favor, LEAN la INTRODUCCIÓN, quienes se saltaron la parte anterior por pensar que era un prólogo o que era lo que estaba en la descripción de la historia o que simplemente no era IMPORTANTE, les pido que REGRESEN pues ya desde ahí comienza la HISTORIA. Ahora sí,los dejo leer...

Se escucha a lo lejos una voz que grita mi nombre, no es clara, mientras sigo con los ojos cerrados trato de reconocerla pero no puedo asegurar de quién es ni porqué me llama, tal vez sea sólo una broma de mi hermano como siempre o...

Pero, mi hermano no está en casa, yo tampoco estoy en casa.

Algo anda mal, recuerdo una caída y ver como la luz se aleja de repente, entonces de nuevo esa voz.

-¡Skyler! -Parece mi hermano -¡Ky! ¿Estás bien? -Ahora estoy segura de que es él.

-Sí claro, no sabes cómo disfruto de estar aquí.

De la nada me viene a la memoria lo que pasó y creo que ahora me asusto un poco...

Bien, me asusto, de nuevo, y mucho, pero eso no sirve de nada, debo hacer algo.

-Pues tampoco es como que yo lo haya deseado.

-Yo no dije eso, pero sí te recuerdo que tú querías venir a escalar, tú quisiste saltar la valla que decía: No cruzar, PELIGRO. Y fue tu idea "explorar" el bosque.

-Sí, pero tú ya sabes que yo soy así y que no me puedo resistir a una oportunidad como esa, ¡es tu deber como hermana responsable determe cuando cruzo los límites!

-¡¿Oportunidad?!, tú siempre cruzas los límites y, ¿responsable yo?, ¡soy tu hermana menor!, se supone que tú me cuidas, sólo pasa que yo soy más inteligente.

-Si eres tan inteligente cómo es que nunca me detienes.

-Porque estoy más loca que tú pero no tengo tanta iniciativa y soy curiosa.

-¿Y eso qué?

-Que la curiosidad mató al gato.

Media hora después seguimos tratando de buscar una salida avanzando en los túneles que comenzaban en la pared que nos rodeaba, buscamos en cada uno, trece Zeke y once yo, tardamos una hora veintiseis minutos, según el reloj de mi teléfono, en recorrerlos todos, tanto esfuerzo para descubrir que cada uno medía unos cuantos metros y terminaba, ninguno conectaba con otro, sólo cambiaban su tamaño...

Ninguno era la salida.

Con esos pensamientos terminé de recorrer de vuelta el último túnel, tenía el suelo a un nivel más alto que el de la cueva, tal vez un metro, y una pequeña saliente de unos treinta centímetros en el borde inferior, así que me senté en el, con los pies colgando y la vista al frente pero con la mente en el infinito.

-Skyler.

Al parecer al fin había despertado, los últimos cuatro túneles los recorrí pensando que tenía algún tipo de narcolepsia inoportuna, pues se quedó dormido en una roca a la que había subido para descansar, según él, sólo un poco, pero se sentó y a los pocos segundos me di cuenta que se movía de la misma manera que lo hacía cuando eramos pequeños y mamá se iba al hospital a cuidar a nuestro hermano pequeño por lo que nos quedábamos solos en casa y en las noches corríamos a la habitación donde ella dormía para tratar de ganar su cama pero después de discutir un poco acabábamos durmiendo ambos allí; así que aprendí su forma de dormir, por eso supe que lo hacía.

Ahora que lo pienso mejor, hubiera sido mucho más fácil que simplemente acordáramos dormir compartiendo la cama, por turnos alternando las noches, pero sólo eramos unos niñitos desesperados e impacientes, jamás hubiéramos accedido a tener el segundo turno.

MAGNETICSDove le storie prendono vita. Scoprilo ora