¡Hola! Yo soy alguien, de estatura 1,80 color de piel blanco, pelo corto moreno y ojos verdes. Mi nombre y edad no lo sé, ahora os lo explico.
El primer día de conciencia solo sabía lo básico de la vida, cultura y todo lo demás.Pero lo más importante eran varias preguntas: ¿Quién soy?,¿Cómo me llamo? Y lo más importante, ¿Qué coño hacía en medio de una autopista que atraviesa una ciudad estadounidense sin un solo rostro de humanidad?
Mire a mi alrededor durante un buen rato sumido en mis pensamientos y mirando vehículos y edificios junto al sol que estaba a punto de irse a la cama. Vi una flecha pintada en un coche que me decía que siguiera la autopista por esa dirección,y, sin algún pensamiento en mi cabeza sobre dónde ir hice caso a ese guía.Continué la autopista hasta que vi al sol sonámbulo brillar muy tenue y me detuve al ver una figura humana debajo de una farola rota, porque no había luz, le grité un saludo y se giró en mi dirección.Humano no era, era un bípedo con forma humana, su cabeza tenía una mandíbula calavérica pero con dientes grandes y afiladísimos al igual que los superiores, no tenía nariz, en donde los ojos tenía dos rombos color rojo,su cuerpo era un poco encorbado, sus pies eran como los de los velociraptores, sus manos tenían tres garras y su cuerpo era color noche sin estrellas.
Me acerqué unos pasos mientras pestañeaba por qué no me lo creía, cuando solo nos distanciábamos dos metros empecé a correr en dirección contraria pero al segundo se puso delante mía y me arañó todo el pecho, mientras sufría el retroceso del ataque intento abalanzarse sobre mi, yo lo convertí en un forcejeo, los dos próximos segundos se me hicieron eternos, por culpa de eso nos caímos de la autopista.
Nada más tener tocar el suelo el bípedo se me hecho encima mía y acercó los ojos a los míos de manera que solo pudiera ver sus rubíes. Empecé a dormirme poco a poco mientras escuchaba risas y llantos míos alejarse, intentaba resistirme pero era los párpados se caían y cuando mi resistencia llegó al final, escuche de fondo un tronco de madera caerse y al parecer, se había caído un tronco de madera con una punta afilada y había atravesado a la criatura pero a mí no, era algo imposible, al instante caí dormido.
