La oscura vida de Effy.

Preguntas sin respuesta.

Ella quería buscar las respuestas del porqué está así,buscarlas ella misma, pero ella más o menos sabía porque estaba así, su pasado, su vida, como le trataba la vida, las personas, como se sentía, ella sentía un asco hacía si misma impresionante, no se quería ni un mínimo.

Hay personas que viven encerradas consigo mismas y así es como era ella, pero no podía cambiar eso, vivía en un pozo sin fondo, cayendo continuamente, ¿cómo iba a cambiar eso si no había salida de aquello? Sus días eran dolor y vacío.

Mientras se encontraba en su cuarto reflexionando en su soledad, recordó un día, un día que la marcó, fue cuando su tutor de 2º de E.S.O vio en ella lo que nadie vio, dolor. Recordó cómo fue, se encontraba en el pasillo y su tutor venía a lo lejos, ella ya se esperaba lo peor pues el día anterior se había “pirado” de clase, no podía seguir sintiendo ese agobio, ver como andaba su tutor se le hacía eterno, hasta cuando llegó y pregunto “qué te pasa”, Effy se derrumbó, en ese momento, él se dio cuenta de lo que pasaba, no lo que la pasaba, sino lo que pasaba.

Ese día Effy nunca lo olvidaría, pues, un profesor, con un gesto, con una mirada, había visto lo que nunca ninguna persona había podido ver en ella. Se lo agradecería siempre, aunque nunca hubiese le hubiese dicho nada.

Ella siempre recordaba ese día, aunque hubiesen pasado años, ese día… ese día se sintió querida, se sintió comprendida…

En un momento de ese pensamiento se desconcentró, tenía que volver a la realidad, ese día ya había pasado hacía casi 3 años, no podía seguir viviendo ese momento como si volviese a ocurrir algún día.

¿Por qué la ocurría todo aquello? ¿Por qué a ella? Siempre esas misma preguntas sin respuesta alguna, ¿cuál es el sentido de la vida? ¿por qué había nacido?

Effy era buena persona, demasiado buena, no sentía justo eso.

Llegó a un punto que ya creía que se merecia eso, creía que merecía todo aquel dolor y que sólo temrinaría el día de su muerte. La muerte es la única libertad, es la única verdadera felicidad, todo aquello, al otro lado.