Seis.

342 90 20
                                    

El favoritismo siempre fue tu fuerte. Desde que nací hasta la fecha me haz hecho comprender que al ser el primera de tus hijas, no implicaba ser la primera en recibir amor, afecto ni comprensión de tu parte. 

Tengo dieciocho años, y a lo largo de ellos he visto como quieres más a mis hermanas. Me he encontrado averiguando qué es lo malo que hago, qué es lo que quieres de mí para recibir el mismo trato que les has dado a ambas. 

Quiero que llegues y me abraces, no que me grites. Que al llegar me preguntes por mi día, y no simplemente que me mandes a hacerte de comer. 

Quiero que algún día estés tan orgulloso de mí para que me abraces, me digas cuán orgulloso te encuentras. ¡Deseo ser amada del mismo modo que mis hermanas! 

Necesito que me digas que siempre estarás para mí, cuando algún idiota rompa mi corazón. Que me apoyes cuando he discutido con mi mejor amiga, y digas que las cosas estarán bien. No quiero que todo el tiempo sólo me digas que estás haciendo un esfuerzo inmenso porque tenga una educación adecuada, qué en eso inviertes y eso es lo único que me dejarás en el futuro; siendo que a mi hermana al entrar a la preparatoria le haz celebrado, dicho lo orgulloso que estás de ella, la abrazaste y le compraste de todo. 

Me parte el corazón tratar de no llorar al ver tu favoritismo. Lamento no ser la bendición que querías que fuera. Pero lo que aún más lamento es que no sepas cómo es que me perjudicas al no amarme.  


Cold Gold |COLD #2|Where stories live. Discover now