Una propuesta y un Te Quiero [Trilogía 15 Días, Libro #3]

Capítulo 22

Después de despedir a Stefan por media hora en la puerta veo a mi hermano correr hacia a mi cuando entro a la casa de nuevo lo cual me asusta de inmediato.

-¡Ángela!-grita mi hermano.-¡Por fin te encuentro!

-¡Hija!-grita mi madre también detrás de él.

-¿Qué sucede?-pregunto con los nervios de punta.

-Es Fred.-me informa Ángel.

-Ay no...

-Se lo llevaron al hospital. Estaba sangrando por la boca y...-interrumpo esta vez a mi madre.

-Llévame al hospital. ¡Ahora!-le pido a Ángel.-Mamá por favor cuida de mi hija.-salgo antes que Ángel y entro a su auto que estaba abierto.

Por favor Dios no me castigues de esta forma por lo que acabo de hacer en el baño. No te lleves a Fred por culpa de mis pecados de carne. Déjalo conmigo un tiempo más te lo suplico.

(...)

Salgo del auto incluso antes de que Ángel terminara de estacionarse y corro hasta la sala de emergencias buscando por el doctor que trata el caso de Fred específicamente. Al no encontrarlo le pregunto con desesperación a la enfermera que está como recepcionista y esta me indica que el médico está con Fred en estos momentos. No me queda de otra que esperar pero cuando estoy por tomar asiento el doctor aparece en la sala y me dirijo hacia él.

-¿Cómo está Fred? Por favor dígame que no fue nada de alto riesgo. ¿Hice algo mal?-ataco con preguntas y suelto todo el aire que tenía contenido y no sabía.

-Usted no ha hecho nada mal Sra. Allen, todo lo contrario. Lo que le está sucediendo a Fred es por su enfermedad, todo el sangrado es lo que lo debilita y lo está matando por eso las transfusiones de sangre son totalmente inútiles a este punto. El Sr. Allen está inconciente en este momento y esperamos que despierte pronto si no es que cae en coma lo cual sería lo peor.-no puedo evitar que lágrimas se derramen por mi rostro a este punto. ¿Cómo es posible que en su última semana de vida se ponga tan mal?-Le traeré información sobre su avance en unas horas Sra. Allen. Con su permiso.-asiento y me dejo caer en la silla más cercana.

-Tranquila Angs.-me consuela la voz de Ángel.

-Siento mucho arruinar tu noche de bodas.-sorbo la nariz y me recuesto en su pecho.

-No tienes porque, además Mía lo entiende perfectamente. De seguro estaría aquí contigo apoyándote también si no fuera porque está durmiendo.-dice haciéndome reír.-Estando embarazada se ha vuelto toda una perezosa.

-Es normal. No la juzgues.-él niega con una sonrisa plasmada en su rostro.-Vas a ser papá.

-Voy a ser papá y tío de nuevo.-suspira y me abraza con fuerza.-Joder me encanta la idea.

-Ya veo.-digo riendo y luego suelto un suspiro.-Voy a llamar a la mamá de Fred y avisarle.-Ángel asiente y cuando me suelta saco mi celular del bolso dirigiéndome a las afueras del hospital a realizar la llamada.

Después de marcar su número al séptimo timbrazo responde con voz adormilada.

-¿Ángela? ¿Qué te hace llamar a estas horas?

-Sra. Allen...-comienzo pensando aún como decirle.

-¿Mi hijo está bien?

-Está en el hospital.

-¿Es grave?-la escucho sollozar del otro lado de la línea.

-Creo que será mejor que venga.-le respondo con un nudo en la garganta.-No se que pueda suceder.-la escucho musitar varias cosas a la vez antes de responderme.