Killers (L.S)

IV

Han pasado cuatro días desde que empecé a hablar con Louis.

En este tiempo pude descubrir cosas más personales de él.
Ha sufrido tanto, joder, sólo hace lo que Rogers dice porque ama a su familia y necesita el dinero para ayudar a todos sus hermanos.

Odio estar a una semana y tres días de tener que asesinarlo. Es la persona más maravillosa que he conocido y eso que sólo hablo con él hace muy poco.

Querido Louis Tomlinson:
¿Por qué eres lo más cercano a la perfección?
¿Por qué no pudiste ser un hijo de puta como todos los demás asesinos?
¿Por qué eres la persona más hermosa que existe en el planeta?
¿Por qué tuviste que enamorarme en tres días?

Abro mi puerta y salgo. Cierro con llave y doy tres pasos hacia la derecha.
Habitación 729, habitación de Louis Tomlinson.
Toco lentamente la puerta y al instante la abre Louis, está vestido con unos pantalones negros pegados, un sueter blanco que le queda grande, zapatillas blancas y el cabello despeinado. Tan adorable como siempre.

—Pasa, Eddie. —dice sonriendo y se hace a un lado para que yo entre, luego cierra la puerta— Hice la cena ¿Quieres comer ya, o qué quieres hacer?

—Está bien comer ya. —sonrío — ¿Que hay hoy en el menú?

—Realmente no sé cocinar. —hizo una pequeña sonrisa— Pero, hoy preparé pechuga de pollo envuelto en jamón con pure de papas y salsa casera.

— Se oye delicioso, estoy seguro de que sabe igual. —sonreí y él hizo lo mismo encogiendo sus hombros en un gesto despreocupado—

—Esperemos que sí, ahora sientate en el sofá y traeré nuestros platos. —hice lo que me pidió, encendí la televisión y estuve buscando un canal decente que ver hasta que Louis volvió con nuestros platos y se acomodó a mi costado subiendo sus piernas al mueble y cruzandolas— Ten, espero que te guste.

La comida que hizo era deliciosa.
Me dediqué a alabarlo y comer mientras hablábamos sobre temas aleatorios. Luego de eso lo acompañé a limpiar el desastre que era la pequeña cocina de la habitación, ventajas de ser un asesino, puedes alquilar las habitaciones de hotel más caras y que parecen un departamento. Terminamos de arreglar la cocina y la volvimos a desordenar con nuestra lucha de agua, jabón y espuma, volvimos a limpiar todo.

Ahora estamos en el sillón viendo una estúpida película antigua que se supone es una comedia romántica y tengo a Louis acostado en mi pecho riendo cada que ocurre algo gracioso.

Luego de un tiempo y que la película se pusiera triste, está cubriendo la mitad de su rostro en la parte de abajo con la manga de su sueter mientras observa la escena de la película que se supone es la más triste, puedo escuchar suspiros lentos y algunos sollozos agudos saliendo de su boca.

La película está por acabar, son las 2:45 a.m y yo debía volver a mi habitación, pero prefiero quedarme aquí y abrazar a Louis mientras él trata de no llorar con una estúpida comedia romántica.

Son las 3:00 a.m, la película acaba de terminar, Louis sigue sollozando luego del final, lo tengo abrazado mientras seguimos recostados en el sillón de su habitación y yo acabo de darme cuenta de lo tan jodido que esto. Me he enamorado del chico al que tengo que asesinar, yo no puedo hacerle eso ahora.

— Eddie ¿Puedo hacerte una pregunta? —dice aún con la voz algo quebrada y levantando la mirada para encontrarse con mis ojos—

—Claro, Lou, dime. —mierda, esos preciosos ojos azules, el cielo siente envidia de esos ojos. —

—Sé que a penas son cuatro días, y no debería sentirme así, pero, Edward, he comenzado a quererte demasiado... ¿Tú me quieres? —dice casi rogando con su mirada que responda que sí mientras yo hago un lío en mi cabeza sin saber qué responder —

—Claro que sí Louis, yo te quiero. —y algo se destroza dentro mío mientras observo su rostro iluminarse con una hermosa sonrisa apareciendo en él —

—¿Puedo contarte algo? —dice con un pequeño brillo en sus ojos. —

—Claro que sí puedes Lou. —le sonrío —

—Soy una mierda. —empieza borrando su sonrisa— Tengo miles de problemas conmigo mismo.

— Lou...

— Déjame terminar, por favor. —me corta y yo asiento— Hago mucho daño a personas inocentes, no lo hago porque me guste hacerlo, lo hago por miedo a que dañen a mi familia. Harry, estoy cayendo cada vez más. —en este punto sus ojos ya estaban llenos de lágrimas—

—Calma cariño, tú no eres malo, eres la mejor persona que existe. No vas a caer, yo te voy a levantar. Recuerda siempre que no te dejaré caer, y si caes, caeré contigo.

—Te quiero mucho Eddie. —dice y da un beso a mi mejilla haciendome sentir la peor y la mejor persona en el mundo a la vez. Sonrío —

—También te quiero mucho Lou.