Capítulo 2

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Kathleen se sentía muy intrigada con el suceso de aquel pelirrojo pues aunque su hermano dijese que no tenía nada, ella noto con claridad que no era del todo cierto y se propuso investigar lo sucedido –obviamente luego de alejarse un poco de su hermano, lo que podría costarle un poco, no tanto por ella sino por él –.

♣♣♣♣♣♣Camino a la Cabaña de Hagrid ♣♣♣♣♣♣

Ron no dejaba de botar babosas por todo el camino directo a la cabaña ubicada en el bosque.

Les separaban ya siete metros de la casa de Hagrid cuando se abrió la puerta. Pero no fue Hagrid el que salió por ella, sino Gilderoy Lockhart, que aquel día llevaba una túnica de color malva muy claro.

Se les acercó con paso decidido.

—Rápido, aquí detrás —dijo Harry, escondiendo a Ron detrás de un arbusto que había allí.

Hermione los siguió, de mala gana.

— ¡Es muy sencillo si sabes hacerlo! —Decía Lockhart a Hagrid en voz alta—. ¡Si necesitas ayuda, ya sabes dónde estoy! Te dejaré un ejemplar de mi libro. Pero me sorprende que no tengas ya uno. Te firmaré u firmaré un ejemplar esta noche y te lo enviaré. ¡Bueno, adiós! —Y se fue hacia el castillo a grandes zancadas.

Harry esperó a que Lockhart se perdiera de vista y luego sacó a Ron del arbusto y lo llevó hasta la puerta principal de la casa de Hagrid. Llamaron a toda prisa.

Hagrid apareció inmediatamente, con aspecto de estar de mal humor, pero se le iluminó la cara cuando vio de quién se trataba.

—Me estaba preguntando cuándo vendríais a verme... Entrad, entrad. Creía que sería el profesor Lockhart que volvía.

Harry y Hermione introdujeron a Ron en la cabaña, donde había una gran cama en un rincón y una chimenea encendida en el otro extremo. Hagrid no pareció preocuparse mucho por el problema de las babosas de Ron, cuyos detalles explicó Harry apresuradamente mientras lo sentaban en una silla.

—Es preferible que salgan a que entren —dijo ufano, poniéndole delante una palangana grande de cobre—. Vomítalas todas, Ron.

—No creo que se pueda hacer nada salvo esperar a que la cosa acabe —dijo Hermione apurada, contemplando a Ron inclinado sobre la palangana—. Es un hechizo difícil de realizar aun en condiciones óptimas, pero con la varita rota...

Hagrid estaba ocupado preparando un té. Fang, su perro jabalinero, llenaba a Harry de babas.

— ¿Qué quería Lockhart, Hagrid? —preguntó Harry, rascándole las orejas a Fang.

—Enseñarme cómo me puedo librar de los duendes del pozo —gruñó Hagrid, quitando de la mesa limpia un gallo a medio pelar y poniendo en su lugar la tetera—. Como si no lo supiera. Y también hablaba sobre una banshee a la que venció. Si en todo eso hay una palabra de cierto, me como la tetera.

Era muy raro que Hagrid criticara a un profesor de Hogwarts, y Harry lo miró sorprendido. Hermione, sin embargo, dijo en voz algo más alta de lo normal:

—Creo que sois injustos. Obviamente, el profesor Dumbledore ha juzgado que era el mejor para el puesto y...

—Era el único para el puesto —repuso Hagrid, ofreciéndoles un plato de caramelos de café con leche, mientras Ron tosía ruidosamente sobre la palangana—. Y quiero decir el único. Es muy difícil encontrar profesores que den Artes Oscuras, porque a nadie le hace mucha gracia. Da la impresión de que la asignatura está maldita. Ningún profesor ha durado mucho. Decidme —preguntó Hagrid, mirando a Ron—, ¿a quién intentaba hechizar?

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⏰ Last updated: Oct 21, 2016 ⏰

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La Gemela De Draco MalfoyWhere stories live. Discover now