Capituló 1

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El ruido del despertador desgarro sus sueños, sus parpados se abrieron a la realidad, aún se sentía completamente agotado, sus energías aún eran pocas, pero debía despertarse, con insomnio se desprendió de su cama y sin vacilar caminó derecho hacía el baño, se deshizo de su ligera pijama y fue directamente hacía la ducha, el agua fría golpeó su cuerpo relajando sus músculos, no desprecio el agua y solo se ducho lo necesario, al salir de la ducha fue directo hacia el ropero, eligió algo cómodo, una camisa blanca suelta y unos Jean oscuros, seco su cabello negro, luego caminó directamente a la cocina, encendió el fuego y colocó en una olla agua, lo suficiente para dos, luego sacó el tarro de medicamentos que estaban muy bien guardados arriba de la pequeña heladera, formó una mueca de disgusto y preocupación, cada día habían menos medicamentos y el dinero no alcanzaba para comprar ya que a cada minuto el precio de aquellos medicamentos subían de precio, preparó un zumo de manzana como le gustaba a ella, el agua hirvió lo suficiente, lo apago y separó en una taza rosada con corazones un té y en la otra un café, unos pasos se acercaron y una sonrisa se formó en su rostro.

— Buenos días hermano. — sonrió ella, como cada mañana su hermano. sonreía.

— Buenos días HyunA, pero antes de desayunar toma tus medicamentos. — dijo, la pequeña de unos 8 años inflando sus rosadas y redondas mejillas en protesta pero JaeJoong se negó ante el berrinche de su hermana, se acercó a la niña, besó sus infladas mejillas con cariño luego besó su frente.

—HyunA debes tomarlas, sabes que esto te hace sentir mejor. —

— Ya sé hermano pero saben hollibles. — dijo frunciendo labios, formando un hermoso puchero.

— Si pero es por tú bien pequeña, además si lo haces hoy iremos al parque, ¿Qué dices? — los ojos de la niña se iluminaron ante la idea, Jae sonrió victorioso, siempre funcionaba, la pequeña cogió sus medicamentos y uno por uno fue tomándolos así dejándolo satisfecho.

Los dos hermanos desayunaron como de costumbre entre risas, las mañanas siempre eran hermosas entre ellos.
JaeJoong ayudó como siempre a su pequeña a vestirse, su ropa no era la más costosa pero era presentable, peino a la niña, adoraba su larga y suave cabellera negra, su hermana siempre decía que era Rapunzel y que JaeJoong era su príncipe azul.

Antes de salir, cerró las ventanas, y apagó las luces, cogió su pequeño bolso, y la pequeña mochila de princesa de su hermana, ambos salieron en silencio, HyunA ya conocía el procedimiento rutinario, JaeJoong se sentía demasiado apenado hacer que su niña mintiera, caminaron por el pasillo en silencio, cuando salieron del edificio, el hermano mayor boto un suspiro, siempre era lo mismo, cada mañana tenia que caminar por los pasillos como un ladrón, para que la dueña no lo viera, ya debía tres meses de renta, pero ¿qué podía hacer?, debía pagar los medicamentos de su hermana, su comida, sus quimioterapias, además su empleo no le pagaba lo suficiente, a veces debía hacer doble turno para conseguir más dinero, pero siempre terminaba exhausto con ello, pero no siempre tenia que hacerlo ya que eso significaba dejar a HyunA con su vecina, no era que le disgustaba hacerlo solo le daba pena abusar de la generosidad de la anciana.

La pequeña sonreía mientras apuntaba a las mariposas que la rodeaban, JaeJoong no dejaba de sonreír, esa niña era la viva imagen de su madre, tan hermosa e inocente, pero su sonrisa se volvió amarga. *¿Porqué alguien inocente debe sufrir?*. Ambos continuaron caminando, la niña soltó la mano de su hermano para correr hacia la guardería, JaeJoong se despidió con la mano y una sonrisa,HyunA siempre se ponía feliz al ir a esa guardería, la hacia sentir normal, ya que la mayor parte del tiempo se la pasaba de hospital a exámenes médicos.
Kim continuo con su caminó, su puesto no era el más importante, al igual que su salario que era poco, pero era lo único que podía hacer, ser asistente del alcalde del pueblo, pero debía admitir que el dinero que ganaba era lo suficiente para pagar las pastillas y terapias de su hermana, al entrar saludo a todos con una sonrisa, se dirigió hasta su pequeña oficina y comenzó con los papeleos habituales, hacer numero de ganancias en las recaudaciones, descontar el dinero que se utilizaba para las obras publicas, recibir quejas, amenazas, lo habitual de siempre.

Only 365 Days (YunJae Adaptación  ) Where stories live. Discover now