Todo esta en mi cabeza [SickFnafhs]

27. El enemigo: Mis demonios

El castaño caminaba en silencio viendo la espalda del rubio, ninguna palabra salió de su boca pero sentía voces. ¿Estaría la voz de Freddy entre ellas? Lo dudaba, el espejo estaba roto, las voces era algo con lo que llevaba cargando en silencio por mucho tiempo.

  ¡Ayúdame!, ¡Ayúdame!

El barco se está hundiendo lentamente

 —¿Estarás bien?—  Pregunto el rubio sin mirarlo, sus ojos estaban enfocados en ver aquel lugar que poco a poco estaba siendo consumido por las llamas. 'No' Era lo que quería responder, pero no quería arruinar la felicidad que había en el rostro de Golden. Lo habían conseguido, él no era nadie para arrebatarle esa felicidad.

Ellos piensan que estoy loco, pero no saben que se siente

Están todos rodeándome

Dando vueltas como buitres

—Me las arreglare...—  Murmuró el castaño, no muy convencido. ¿Como? No dejaba de preguntarse Su único aliado estaba tras un cristal roto, del cual había perdido conexión. El otro estaba de pie, mirando embobado las llamas que se veían a través de las ventanas.

Quieren romperme 

Quitarme mis colores

Aún tenía el recuerdo claro en su mente, un recordatorio constante de que no estaría nunca solo.  El día en que la felicidad de aquel cuerpo desapareció, por su culpa, siempre lo era. Todo siempre pasaba por el de ojos negros, todo en él era un error.

Llévame alto y voy a cantar

Oh tú haces que todo tan bien

  Aquel chico de sus recuerdos, un chico perdido entre el fuego, maravillado de los tonos que se pintaba el bosque, se había perdido mirando el cielo. Rojo, naranja, amarillo, negro y gris habían tapado  el azul del cielo.

 Estamos juntos en esto

Oh tú quitas el dolor 

  Que estúpido, se había sentido tan bien ,mirando al chico de cabello cubierto por una gorra, ojos grises bañados en lágrimas y aquella hermosa sonrisa.   Un chico que no conocía y que seguro desconocía la existencia del castaño.    

Sálvame si me convierto en 

Mis demonios

Recordaba la sangre en sus manos, como Freddy había rogado para que no hiciera nada, pero él se había negado a escucharlo. Se sentía vacío, lo que había hecho aquel día, había arrebatado una vida. No recordaba su nombre, o como era, pero sí recordaba cómo había apagado una vida que solo tenía catorce años. 

No puedo detener la enfermedad, esta apoderándose    

Toma el control y me arrastra hacia la nada

Se preguntó si esto era lo que tanto había querido Freddy. "Ser normal" ¿Que tenía eso de bueno? Freddy siempre había querido paz, cosa que nunca le había dado el de ojos negros. Solo tenía a una persona para hablar y esta le ignoraba. Además de ignorarlo quería que desapareciera, como si no fuese suficiente sufrir atrapado tras aquel cristal.