Capítulo 37 : Mentiras

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Marinette ya se encontraba en su casa acomodando algunas cosas cuando escucho que alguien tocó el timbre y abrió pensando que excusa le pondría a Alya cuando se enterase de que había huido como una cobarde.

-Pero mira quien volvió! -En cuanto vio al rubio parado frente a ella con un gran ramo de rosas se quedó helada.

-A...Adrien...

-Te extrañe demasiado -Se acercó y la beso pero ella no logró devolverle el gesto por lo que el chico la miro extrañado -Sucede algo?

-Per...perdón, estoy algo ocupada -Se separó un poco y comenzó a acomodar papeles nerviosamente sobre una mesa- Y...que haces aquí?

-Supongo que ver a mi novia, la que acaba de volver de un viaje que duró un mes...tal vez? -respondió sarcástico

-Ya lo sé, perdón es que estoy muy distraída hoy.

-En realidad me visito ChatNoir- Marinette se congeló.

-Q...que te dijo? -pregunto sin mirarlo.

-Varias cosas...una de ellas fue que te noto muy afligida en Milán.

-Desde cuando ustedes se conocen?

-Desde que éramos adolescentes, se podría decir que pensamos igual. Volviendo al tema, quieres hablar de lo que te esta sucediendo?

Se dio la vuelta con la palabra ya lista para ser liberada pero cuando lo vio, en sus ojos había cansancio y algo de tristeza. Aún no era el momento.

-No logre impresionar a tu padre. -Al escuchar eso se comenzó a reír y se dejó caer en la cama.

-Ay Mari, me tenías tan preocupado -La miro con una gran sonrisa de alivio que le rompió el corazón a la peliazul.

¿Que pensaría cuando se enterase de la verdad?

-Créeme, mi padre está totalmente orgulloso de haberte elegido. Me tuvo toda la tarde al teléfono contándome lo increíble que fueron tus diseños y que todos estaban tan sorprendidos. -Ella se acercó y le acarició el cabello.

-Me alegra saber eso- suspiro cansada. -Adrien, no quiero ser odiosa pero estoy realmente exhausta.

-No quieres que me quede?

-Quiero descansar un poco.

-Eso no es un no así que...-se quito los zapatos y se acomodó del lado que siempre dormía.

Marinette sólo negó con la cabeza y se metió al baño. Se cambio y tomo todas las vitaminas que le habían ordenado por la noche y regreso a la habitación somnolienta por alguna de estas.

-Mañana temprano podríamos ir por un desayuno -Le dijo el rubio mientras se acostaba.

-Si tu quieres...

El teléfono comenzó a sonar sobre la mesa y se inclinó para atenderlo

-Si? -pregunto dejándose caer en la almohada.

-Como te fue? Se lo dijiste? Lo tomó mal?-En la habitación había tanto silencio que Adrien escucho la voz gritona de Alya haciendo preguntas

-Si, se lo dije.. Sólo fue una idea mía que su padre estaba decepcionado.. -mintió lo más creíble posible

-Que? -pregunto sin comprender nada

-Mañana te llamó- Colgó rápidamente y se acostó de espaldas al rubio

Adrien aún no comprendía que estaba sucediendo con su novia pero sólo se limitó a pasar un brazo alrededor de su cintura y abrazarla.

(...)

Marinette se despertó temprano en la mañana con algo de náuseas así que se apresuró a ir al baño en caso de que le dieran ganas de vomitar, cosa que efectivamente sucedió, se lavo los dientes y salió respirando profundamente.
El chico seguía profundamente dormido y se lo quedó observando desde el marco de la puerta con tristeza.

-Pss- Observó en la repisa a su kwami que estaba escondida- Marinette! -Susurro casi gritando.

Abrió mucho los ojos y con cuidado la tomo entre sus manos.

-Ocultate -Dijo susurrando- Si te ve tendríamos un problema

-Tu ya tienes dos.

-No me obligues a meterte dentro de una jarra- Amenazó con un dedo- Se lo diré cuando este segura que él podrá soportarlo.

-Que te hace creer que no lo está ahora?

-Pues...no lo sé, mi instinto me dice que no lo está...

-Él no lo está o tu eres la que no puede decírselo?

-Marinette? -La voz somnolienta de Adrien las hizo congelarse.

Tomo a Tikki y la escondió detrás de ella.

-Ho...Hola -Rió nerviosamente

-Con quien hablas?

-Yo...ehh...Sola! - La miro extrañado- Aveces lo hago para...para...para pensar? -No sabía bien que excusa poner pero sabía que él pensaría que estaba loca- Olvidalo, soy un fenómeno.

-Claro que no, mucha gente lo hace -Cruzó sus brazos por detrás de la cabeza y bostezo-Mi madre lo hacía.

Marinette sabía que a él no le gustaba hablar de ella, ya había desaparecido hacia muchos años y sabía que Gabriel la seguía buscando.
Se sentó en el borde de la cama a su lado y metió a Tikki debajo de esta.

-Ya te mencioné que estoy enamorado de ti- Dijo mientras hacia círculos invisibles en su espalda.

-Y yo de ti- Le respondió con una sonrisa triste.

-Que quieres desayunar?.

-No tengo mucha hambre...

-Podría ir, comprar un par de esas galletas gigantes, unos cafés y quedarnos aquí viendo películas.

Por el ventanal ya se había comenzado a filtrar la suave luz del sol, no había una sola nube en el cielo.

-Sería un desperdicio si nos quedamos aquí.

Antes de que el chico pudiera decir algo, alguien lo llamó.

Como los viejos tiempos - Adrinette [TERMINADA]Where stories live. Discover now