Capítulo 21: "El cielo en tú mirada"

665 39 5
                                    

(Último capítulo)


El día tan esperado llegó, en casa de la pelinegra ella y su amado prometido se encontraban dándole los toques finales al delicioso pastel que había preparado la pelinegra.

Quedo hermoso, decía el padre de Milk.

Y está delicioso, decía Gokú tomando uno de los pedazos de recorte de pastel que habían en una fuente y comiéndolo.

¡Gracias¡ decía Milk mirando el delicioso pastel de tres pisos donde en la parte superior de ello había un par de muñecos de novios en medio de un corazón entrelazado con sus nombres y de fondo la imagen de una playa con un bello cielo color celeste.

Creo que terminamos a tiempo, dijo Gokú mirando su reloj.

Sí yo pienso igual, es hora de que vayas a cambiarte, dijo Milk dándole un fugaz beso a su novio.

¿Y el pastel?, ¿quién lo llevara al local?, dijo preocupado el padre de la pelinegra.

Mi hermano y Mai vienen por el en una hora dijo Gokú.

Horas después:

¿Cómo me veo papito?, decía Milk saliendo de su habitación con un bello vestido blanco strapless y una bella corona de flores en la cabeza.

Pareces un ángel, si tú madre te viera diría lo mismo, dijo el padre de la pelinegra abrazándola.

¡Gracias papito¡ ¿Ya recogieron el pastel?, dijo Milk.

Si, tu cuñado paso con Mai hace unos minutos dijo el padre la joven.

Entonces voy a colocarme los accesorios y salgo para partir, dijo Milk volviendo a su habitación.

Departamento de Gokú:

Ring ring ring, sonaba el timbre del departamento.

El joven de cabello alborotado se dirigió a abrir la puerta.

¡Mamá, ya estás aquí¡ dijo Gokú sonriendo.

Qué bello estás mi niño, dijo Gine mirando al joven de cabello alborotado que estaba elegantemente vestido.

¡Gracias mamá¡ dijo Gokú.

Pero falta esto, dijo Gine colocándole un pequeño ramo de florecitas blancas en la solapa del saco.

Ya estoy listo entonces, dijo Gokú riendo.

Así es hijo, ya podemos irnos dijo Gine sonriendo mientras tomaba el brazo de su hijo para salir con él.

Iglesia:

Todo nos quedo divino, decía una rubia.

Por supuesto amiga, por algo seremos las mejores diseñadoras de interiores del país decía una peli azul.

Miren ya llego Gokú, dijo Mai, viendo entrar al joven de cabello alborotado junto a su madre a la iglesia.

Gokú y Gine se dirigieron a ocupar el lugar que les correspondía frente al altar.

¿Y tú padre cariño?, dijo Mai mirando a Raditz.

No piensa venir, dijo Raditz con tristeza.

Nunca aceptara la decisión de ustedes dos ¿verdad?, dijo Mai con tristeza.

Tal vez con el tiempo, lo importante es que ya no interfiere más en nuestras vidas, pero sabes estoy seguro que en cuanto tenga a su primer nieto en las manos cambiara su forma de pensar dijo Raditz.

"EL CIELO EN TU MIRADA"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora