CAPITULO 5.

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Eres un estúpida Alicia.-- dijo dándome la espalda  para luego cortar la cabeza de una de las mujeres del cuarto.
-P-Por que lo dices maldito.
-Eres tan estúpida que no lo notaste.
-Que cosa.-- dije para luego fruncir el ceño.
-Tu misma caíste, tu misma llegaste a mi.
-Eres un infeliz por que haces esto, por que.-- dije gritando.
-Porque me gusta, me satisface. -- dijo para luego darme un gran sonrisa macabra.

Guarde silencio por todo el rato que Matehus estuvo descuartizando cuerpos, cuando por fin salio las palabras que dijo quedaron en mi mente No vayas a escapar, porque de igual forma te voy a encontrar . Intente soltar el agarre que tenia pero se me fue imposible, el cuerpo inmóvil de Catalina esta tirando en el suelo. Llore pues sabía que aquí iba a morir, recordé a Margared recordé todo lo que tenia por realizar. No, no me podía dar por vencida no dejaría que este bastardo me matara. Llame a Catalina en busca de que me ayudara (no sabia si estaba viva pero tenía que intentarlo)  Catalina-Catalina la llame sin señal de vida, dando por muerta a Catalina Catalina recorde que tenia un cuchillo en mi pantalón, moví mis manos, lo poco que podía alcanzaba para llegar a mi bolsillo, se me dificulto mucho pero tras por fin tenerlo en mi poder una puerta se abrió. Escondí rápido el cuchillo como pude pero al ver la persona que acaba de entrar mi cuerpo se paralizo, un completo alivio recorrió mi cuerpo pues estaba frente al oficial de policía que me había visitado días antes.
-Gracias a dios, ayudeme oficial Matheus es el responsable de todo esto, tienen que atraparlo.--dije temblando. Pero el oficial no hizo caso de lo que le dije solo se hecho a reír, no entendí lo que estaba pasando, el era la autoridad el me tenia que ayudar.
-No te confundas Alicia.-- dijo para luego empezar a reír.
-Que sucede, ayudeme ese maldito es el culpable.-- dije rompiendo en llanto.
-Y tu crees que yo no lo se? No seas estúpida.
-U-Usted es cómplice?-- dije torpemente. El oficial iba a responder cuando la puerta se abrió era Matheus.

-Alicia mira te presentó a mi hermano, Nicolás.-- dijo para luego soltar una carcajada.

No podía creer lo que me estaba sucediendo, quien creí iba ser mi salvación ahora se convertía en uno de mis peores enemigos, como un hombre que tiene que ayudar a las personas estaba cometiendo tales actos, no podía creer que el fuera cómplice de tales cosas, pero que podía esperar era el hermano de el maltido psicópata de Matheus.
Los dos hermanos salieron tras a ver acordado reunirse de nuevo esta noche. Tras quedarme sola saque nuevamente el cuchillo que había escondido no podía permitir que estos bastardos acabarán con mi vida de tal forma que se burlaran de mi eso no lo podía permitir, intente cortas las cuerdas que me apresaban a una silla de madera vieja, pero cuando intente cortar el primer agarre el cuchillo se callo, no sabia ya que hacer mi vista se nublo de lágrimas, llore, llore como nunca, sabía que no tendría escapatoria.
Intente agarrar el cuchillo de nuevo pero se me fue imposible ya dándome por vencida vi como el cuerpo de Catalina que se encontraba tirado en el suelo al que yo creía ya estar muerto se movió intento levantarse pero se caía apenas hacia el intento.

-Catalina ayudadme, ponte de pie tu puedes.-- dije desesperadamente sabia que ella sería de gran ayuda en este momento.
-N-No lo consigo mi cuerpo esta muy débil-- dijo con voz ronca.
-Has el intento, no podemos dejar que nos maten. Catalina a pollo los brazos en el suelo en busca de estabilidad para poder pararse, pero no lo conseguía lo intento muchas veces hasta que por fin pudo su cuerpo temblaba, camino como pudo y se acerco a mi.
-A-Ahora que hago?-- dijo casi llorando.
-Suelta mis agarres para poder salir. Intento soltarlos con sus manos pero le fue imposible busco alguna navajo o cuchillo para cortarlas. - El que esta en el suelo dije señalándole con la mirada. Ella se agacho haciendo un mueca de dolor hasta que lo agarro.

Tras cortar mis agarres y quedar libre masaje mis muñecas, dolían mucho pero esto ahora no era grave, mire mi abdomen el cual estaba cortado, aun salia sangre pero no mucha.
-Catalina tienes que esconderte yo iré por ayuda y luego vendré por ti. -- dije mirándola fijamente.
-No tu me vas a dejar acá, tu me prometiste que me ayudarías.-- dijo para luego romper en llanto.
-Lo are, iré por ayuda y vendré por ti te lo prometo.-- dije sin quitarle mirada. Ella aceptó.

SilenceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora