Una chica llega a Alemania esperando cambiar su vida, pero nunca esperó que Erik Durm el odioso capitán del equipo de fútbol fuera a ser quien cambiaría su vida por completo...
Give your all to me, I'll give my all to you.
All Of Me | John Legend
"I loved you then, I love you now so make me laugh for an hour then rip me off high as a cloud and then leave that taste in my mouth"
Erik me miró atónito, yo solo bajé la mirada, ni siquiera había pensado lo que dije, solo salió; era obvio que Erik se enojaría.
-¿Hablas en serio?- Preguntó.
-Si...- Dije como un balbuceo, jugué con mis dedos y quitaba el esmalte negro de mis uñas.
-¿Voy a ser papá?- Preguntó emocionado, yo levanté la mirada y su cara era como la de un niño pequeño.
-¿No estás molesto?- Pregunté nerviosa.
-¡Claro que no! No sabes lo feliz que me haces con esa noticia June.- Dijo emocionado y sonriendo enormemente.
Yo solo lo miré sonriendo.
-No lo puedo creer, ¿cuánto tienes? ¿por qué no me lo dijiste antes?- Preguntó mirándome.
-Tengo un mes y me enteré hace una media hora, tengo miedo, mucho.- Dije nerviosa.
Erik tomó mi mano y con la otra acarició mi mejilla.
-No tienes porque tener miedo, yo estaré contigo todo el tiempo.- Dijo y me besó.
-Te amo.- Le dije acariciando su mejilla.
-Yo mucho mas a ti muñeca.- Dijo mientras metía un mechón de mi cabello detrás de mi oreja.
...
Había pasado un mes desde el accidente de Erik y el ya estaba completamente recuperado, solo seguía teniendo algunos golpes, en cuanto a nosotros, Erik consiguió un trabajo como terapeuta de su equipo de soccer favorito, el Borussia Dortmund, me llevó con el a Dortmund y seguí estudiando en la universidad de ahí, mi madre se había enterado de todo, me quiso matar en el momento que llegó a Alemania a ver como estaba, quería que me casara con Erik lo mas rápido posible antes de que se notara el embarazo pero después lo asimiló, tengo ya tres meses de embarazo y no se nota ni poquito, Erik se quejaba de eso, decía que quería ver mi panza de embarazada.
-June, muñeca, ¿puedes venir?- Preguntó Erik desde el jardín de nuestra casa.
-Si, ya voy.- Dije y terminé de cortar una sandía.
Salí al jardín y Erik estaba sentado en el césped jugando con Louis nuestro pomeriano, Erik me lo había regalado hace unas semanas.
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-¿Qué pasa?- Pregunté sentándome a su lado.
-¿Sabes lo mucho que te amo cierto?- Preguntó mirándome detenidamente.
Yo solo asentí.
-Nunca en la vida creí enamorarme ¿sabes? Y luego llegaste tu, June Ferguson, con tus enormes ojos cafés, tu cabello largo y tu peculiar manera de vestirte, esas botas negras que hasta la fecha sigues usando y como olvidar tu odio hacia mí, ¿cómo me llamaste la primera vez que te hablé?- Dijo mirando al cielo.
