4. Cita

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A Yugyeom solo le bastó verte llegar con ese sencillo vestido y la mirada perdida para escuchar a ángeles cantar, sentir como si estuviera flotando y pensar que se había metido de cabezas a un empalagoso drama de romance. 

—¡_-____! —Le salió un pequeño gallo al gritar y antes de que llegaras enfrente suyo se aclaró la garganta. 

—Yugyeom. —Le saludaste— Siento haberte echo esperar, me he perdido un poco por el camino. 

—No te preocupes. —Sonrió tímidamente mientras se ponía a tu lado y empezabais a caminar— ¿Nunca has venido por esta parte de la ciudad? 

—Solo vengo por aquí debido al trabajo y no suelo salir del edificio. —Le explicaste.

—Si alguna vez quieres ir a alguna tienda o a por un café dímelo, conozco sitios muy buenos —Te ofreció y, con eso, empezó una amena conversación. Te preguntó sobre las cosas que te gustaban, sobre donde habías vivido antes de mudarte a Seúl y sobre lo que hacías en tu tiempo libre. Su verguenza pareció ir desapareciendo a medida que os acercabais al restaurante y, en cuanto os sentasteis por fin en la mesa, ya reía como si os hubierais conocido de toda la vida. 

—Debe ser difícil ser el maknae del grupo, ¿no? —Preguntaste después de que la camarera tomara vuestros pedidos— Creo que te comprendo un poco, también soy la más joven del staff y a veces me tratan como si fuera una niña de párvulos... 

—Ni te lo imaginas. Hoy mismo, antes de salir, JB hyung me ha hecho un interrogatorio para saber a donde y con quién iba. ¡Incluso me ha puesto toque de queda!  Aunque no pienso cumplirlo... —Soltaste una carcajada ante el puchero del chico. Por mucho que precisamente os estuvierais quejando de eso, a veces sí que parecía un niño pequeño. 

—¿No les has dicho que habías quedado conmigo? —Recordaste preguntar cuando ya habíais terminado de cenar y caminabais por las calles nocturnas de Seúl.  

—Solo lo sabe BamBam —Rió incómodamente, mirando hacia otro lado como si hubiera hecho algo mal.     

—Oh, ¿Por eso estaba tan emocionado ayer? ¿Porque ibas a pedirme una cita? —Lo dijiste en broma, no esperaste que sus mejillas empezaran a colorarse y te mirara con cara de sorpresa. 

—Y-yo no... eh... esto... ¿L-lo consideras una cita? —Apartó la mirada de ti y se mordió el labio inferior. 

—Claro, me has invitado a cenar y estamos solos. Es como una cita ¿no? —También estabas empezando a ponerte nerviosa al pensar que él no lo veía de esa forma.     

Asintió rápidamente y, para cambiar de tema, te invitó a tomar un helado ya que no habíais comido nada de postres. Aunque ya estabais a finales de Septiembre, aceptaste sin dudarlo. 

Inconscientemente habíais emprendido el camino de vuelta a tu casa, no decíais nada pero, a diferencia de la última vez, ahora no era incómodo. Quizá porque los dos estabais ocupados lamiendo el helado y sabíais que no podíais usar la boca para otra cosa. 

 —¿Si? —Preguntó Yugyeom distraidamente. El teléfono le había empezado a sonar y lo había cogido con una sola mano y sin ni siquiera alejarse el polo de la boca. 

—¡¿Dónde demonios estás maknae?! —Gritó alguien en la otra línea. 

—J-Jinyoung hyung... yo... uhm... he salido con un amigo... —Yugyeom te miró de reojo y se disculpó silenciosamente, aunque no te molestaste. Si fueras él también hubieras hecho lo mismo, sobretodo tratándose de Jinyoung. 

—¡No me mientas, sé que estás con ______! BamBam lo ha escupido todo. Vuelve al piso ahora mismo, ni siquiera tenías permiso del mánager. ¿Que pasaría si te vieran los paparazzis? Ugh, eres de lo que no hay. —Aun sin tener el teléfono cerca podías oír claramente sus gritos y por un momento temiste que Yugyeom fuera a quedarse sordo— ¡Te quiero aquí en media hora! 

—P-pero hyung... debo acompañar a _____ a casa... —Murmuró inseguro el maknae. 

—¡Pídele un taxi! —Y colgó, dejando a Yugyeom con la boca medio abierta y a ti más perpleja que nunca. 

—Aish... yo... lo siento ______.   —Te miró arrepentido mientras volvía a guardarse el teléfono. 

—No, no te preocupes. Jinyoung tiene razón, tendrías que volver a casa. No sería bueno que nos viera alguna fan o algún periodista y tomaran fotos, podrían empezar rumores... —Dijiste un poco entristecida, pero enseguida le sonreíste para que no terminar de arruinarle la noche— No te preocupes por mi, puedo coger el taxi sola.               

—De verdad, lo siento mucho... —Apretó los puños y miró hacia abajo, solo para volver a levantar la cabeza rápidamente unos segundos después— ¡Te lo compensaré, te lo juro! Te invitaré a comer después de las promociones, ¿de acuerdo? 

—Claro —Respondiste más que contenta— Entonces nos vemos. Date prisa en volver a casa si no quieres que Jinyoung se enfade más. 

—Mhm. —Asintió y enseguida se puso a caminar por donde habíais venido—  ¡Nos vemos _____, me lo he pasado genial teniendo una cita contigo!           

Let me || Kim YugyeomWhere stories live. Discover now