El Sabor del Pecado I

XXIX. Nuevamente juntos

Victoria comenzó a caminar lentamente hacia atrás tratando de asimilar la imagen que tenía enfrente. ¡No podía ser cierto! Dionisio entró a la casa sin comprender la reacción de Victoria. Estaba pálida, parecía que acababa de ver un fantasma.

V: tú... no pue... de ser...

En ese momento se desvaneció sin poder decir más. Afortunadamente Dionisio alcanzó a tomarla entre sus brazos antes de que cayera al suelo.

Se sintió culpable y con mucho cuidado la acomodó en el sillón porque no podía llevarla más lejos gracias a las heridas que aún tenía. La contempló con anhelo por unos segundos y después fue a buscar alcohol para despertarla.

*Paralelamente, Desfile*

Los muchachos estaban preparando todos los por menores del desfile. Sin embargo, se sentían de cierta forma vacíos sin la presencia de su madre y para terminar, Osvaldo se encontró con ellos.

O: hola muchachos (esbozando una sonrisa).

Max: ¿qué pasó padre? (Algo indiferente).

O: vine a desearle suerte a su madre en el desfile de hoy, ¿dónde está?

M: no vino al desfile, decidió salir a dar una vuelta con alguien más para despejar su mente (cortante).

O: ¿entonces tampoco está en la casa? (Intrigado).

F: no papá, no está en la casa y quién sabe a qué hora llegue y por favor, no la molestes que nos pidió encarecidamente que no la molestara nadie así que respeta.

O: no, tranquilos, no la iré a buscar. Prefiero quedarme en el desfile a ver si algo se ofrece, ya mañana la iré a saludar como siempre.

Los chicos lo miraron con desapruebo pero él no hizo caso de eso. Salió a la sala de invitados dejándolos adentro trabajando como si nada.

Os: es el colmo que siga insistiendo como si la vida que le dio a Victoria hubiese sido buena (con coraje).

An: en eso concuerdo contigo amor, Osvaldo no tiene cara para comportarse como lo está haciendo después de todo lo que le ha hecho a Victoria.

Max: pues yo no sé pero definitivamente no me agrada el hecho de que pretenda acercarse a mi madre de esta manera, si fuera... (se quedó callado)

M: ¿si fuera qué o quién Max?

Max sólo los miró sin saber si continuar con sus palabras.

Os: vamos muchacho, ¿si fuera...?

Max: (suspiró) si fuera Dionisio, a pesar de todo, no me opondría si la buscara, eso iba a decir.

F: pues estoy de acuerdo, dentro de todo él fue muy bueno con mi madre y ella fue muy feliz a su lado.

M: es una lástima que ya no se pueda hacer nada y lo peor es que mucha fue nuestra culpa (agobiada).

Os: ya lo dijeron, no se puede hacer nada y con lamentarse no se solucionan las cosas, a ver si aprendieron la lección y piensan mejor las cosas antes de actuar.

*Casa*

Dionisio estaba al lado de Victoria pasándole un algodón impregnado con alcohol por la nariz intentando despertarla. De repente, ella comenzó a dar señales de consciencia y él no supo cómo reaccionar.

V: ¿dónde estoy? (Llevando sus manos a la cabeza) ¿qué me pasó?

D: (nervioso se decidió a hablar) te desmayaste.

Victoria lo miró incrédula, estaba en shock. No podía creer que lo tuviera realmente enfrente de ella, ¿qué clase de broma era esa?, ¿a qué seguía jugando ese hombre con ella?