Prólogo

1.1K 78 35
                                    

¿Qué es París? ¿Una ciudad? ¿Un anhelo? ¿Algo que deseamos? ¿Algo que somos? Los franceses y sus raras elocuencias ante la vida, admito ser un francés, sin embargo, odio lo que se hace llamar normal, y para mí aquellas fantasías desde el punto de vista son erróneos. París es la ciudad donde el caos y la destrucción reinan, nada de amor debo decir, o al menos, nunca he tenido un amorío a pesar de los malditos diecinueve años que tengo en este mundo, ni siquiera Nino Lahiffe, el mecánico DJ, es capaz de decirme tal razón sin ponerme histérico y llorar.

La vida podía tener ese lado tan cómico sin pensarlo, hasta yo tenía algo de razón cuando decía: El amor mutuo sin necesidad de conocerse es lo mejor. Aunque todos se rieran y me tomaran como patán, ¿acaso existe ese amor a primera vista? Digo, las películas nos dejan mejores enseñanzas con tal de darnos una buena impresión, yo no soy la ocasión a todo esto, he sido afectado a lo que llamo cliché y eso no es de mi grata existencia, pero si debo aprovecharlo, es obligatorio expresar las mínimas posibilidades.

Y así fue, había sido aliado para proteger a París del mal sin capa o súper poderes. Solo tecnología y una computadora a mi disposición eran mis herramientas de batalla en las ocasiones de batalla, y esta, no fue la excepción.

El cibercafé es mi ambiente favorito, siempre consigo resolver los problemas en este cuando mi hogar se encuentra ocupado o pueda ser descubierto. El ambiente solía tener todos los días olor a café y si se nos daba la ocasión mientras hacía el trabajo ordenaba una pizza desde casa con el fin de saborearla después de la misión, sin embargo, este día nos encontrábamos solo bebiendo expreso escuchando la pelea en nuestros oídos.

Debo comentar que mi vida es irregular a todos mis compañeros universitarios, ya que soy un hacker informático del sistema de seguridad, puedo deshabilitar todas las redes si me da la ocasión, aunque algunas veces este método no funcione y se daba pasar a otra fase del peligro, pasando contraseñas falsas como direcciones hasta entrar a un computador.
Sé que a primera vista no puede digerirse tan fácil a partir de mi mala apariencia con simples lentes y una chaqueta verde limón en el día, y dando puesto mis ingenios en esto, decidí de esa forma figurar otra identidad, aunque esta ya sea descubierta.

No obstante, a partir de que la sociedad siga siendo un simple humano, he decidido ayudar a quien salvar de París del terror que los akumas ocasionan, es decir, villanos que tienen una mente corrompida hasta convertirse en errores de esta naturaleza al único fin de seguir al villano.

Mi amigo Nino dice que puedo salir herido de esto al ser Chat Noir, el hacker más buscado para dar los agradecimientos a mi susodicho trabajo. ¿A quién le importa? Digo yo, ¿necesito ser premiado? ¡Oh no! ¡Todo menos eso! Ni siquiera me imagino una vida de riquezas, estoy bien como me encuentro, feliz, animado, ayudando desde mi teclado marca P.L.A.G.G y mi equipo necesitado de baterías cuando debo descubrir alguna pista del villano en distintas fechas.

Esta no fue la excepción, o eso describía mi pantalla en rojo mostrando la alerta de una visualización gráfica de la huella neón acerca del peligro. Rápidamente acerqué la silla giratoria al ordenador mostrando a quien llamaba, vaya que mal sabor de boca me llevé...

Era ella, alguien fuerte, valiente, atacada por dichos akumas debilitándola poco a poco. Su cabello azabache se movía precipitado tratando de detener a quien le atacaba. Al instante llamé a mi compañero quien salió corriendo a su ordenador tratando de deshabilitar el sistema conmigo, cosa que se nos hacía difícil ya que cada akuma era más fuerte que antes, debíamos buscar su portador o mejor dicho mariposa.

La mujer saltaba desde los techos velozmente esquivando las flechas a su alrededor, todo se veía oscuro lo que tuve que activar la visión nocturna plasmando un panorama verde desde el monitor permitiéndome mejor la vista. El moreno me pasó mis artefactos y continué la misión precipitada tratando de digerir lo sucedido, o al menos hasta que pude agarrar un poco de conexión haciendo palpitar múltiples veces el monitor

Digital Boy [Sidekick AU]Where stories live. Discover now