The start

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Llegamos a UAC en la tarde, de un caso en Kansas y todos estábamos cansados. La mayoría ya se había ido a su casa.

—Hey Reid. ¿Listo para ir a casa? —dijo Morgan.

—Si, claro —Dije suspirando.

—¿Por qué ese suspiro, niño bonito?—Preguntó preocupado.

—No lo sé —Me encogí de hombros.—Tal vez, solo este cansado—Respondí.

El solo me miró y asintió.

—Bien, debo irme, quedé de ir a cenar con Savannah. —Sonrió.

—¿Cómo lo haces?—Pregunté.

—¿Hacer qué?—Contestó.

—Ya sabes mantener una relación, con este trabajo. ¿Cómo?—

—Es difícil, pero tratamos de estar juntos cuando hay oportunidad y nos amamos, más que nada es eso Reid.—Declaró el.

Una sonrisa melancólica se formó en mis labios.

—Sabes Morgan, aveces me pregunto si hay alguien ahí afuera para mí, después de lo qué pasó con Maeve tengo miedo.—Dije sinceramente. Mientras mantenía mi mirada en el piso.

—Hey Reid, tú no tuviste la culpa de eso, así que no te culpes. Y por supuesto qué hay alguien esperando por ti allá afuera y la encontraras créeme.—Me dijo él.

—Tienes razón.—Le dediqué una pequeña sonrisa.

—Vamos hijo anímate, vámonos de aquí.—Dijo mientras juntaba sus cosas.

Nos despedimos en el estacionamiento y cada quien  se fue por su camino.

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El clima era frío y con algo de viento, el invierno estaba dando todo de si. Ya que eran principios de diciembre.
Había llegado a un parque con pocas personas, me senté en una banca de ahí solo observando a mi alrededor, de pronto algo llamó mi atención y para ser exactos una melodía conocida.

La cuál era Las cuatro estaciones de Vivaldi.

Me levanté y me guíe con el sonido de la música hasta que llegue a un pequeño círculo de gente al acercarme más, pude ver a una chica tocando el violín, en el suelo estaba su estuche con algunas monedas y dólares.

Lo que me llamó mi atención fue que tocaba muy inspirada como si tocara para nadie pero al mismo tiempo tocara para todos, mantenía los ojos cerrados mientras sus manos se movían suavemente por el instrumento. Al terminar la canción se escucharon aplausos de toda la gente que estaba ahí me uní a ellos.

Ella abrió sus ojos y sonrío tímidamente.

—Gracias—Dijo ella. Con una hermosa sonrisa.

La mayoría dejo algunas monedas y dólares en el estuche ella agradecía, la gente empezó a disiparse. Y de pronto solo estábamos ella y yo. Ella estaba agachada juntando el dinero del estuche. Yo estaba observándola como un acosador, pensado en decir algo coherente o por lo menos no tartamudear en el intento.

Cuando se levantó nuestras miradas se cruzaron y pude notar mejor sus facciones, sus ojos eran muy grandes de un color miel y su nariz era respingada, sus labios eran delgados y finos con un color rojizo, su cabello caía hasta sus hombros y era de un castaño obscuro.

—Hola—Dijo ella. Con una sonrisa.

Interrumpió mi detallado análisis que hacía.

—Hola. Me parece que tocas increíble—Dije nervioso.

Ella se sonrojó y volvió a sonreír.

—Gracias—Contestó.

Tenía colgado su estuche en el hombro y saco de su bolso una bufanda.

—Me llamo Maureen Evans—Se presentó.

—Spencer Reid—Levanté mi mano en forma de saludo.

Enserio quería hablar con ella así que pensé en algo rápidamente para seguir hablando con ella.

—¿Desde cuándo tocas?—Pregunté con entusiasmo.

—Desde los diez años, mi padre me enseñó a tocar.—Respondió nostálgica.

Empezó hacer aire frío por lo que la bufanda que lleva colgada en su cuello salió volando, los dos la tratamos de alcanzar hasta que cayó en una banca.
Me acerqué hasta la banca la tomé y se la devolví. Nos quedamos viendo a los ojos.

—Gracias.—Dijo.

—De nada. Las cuatro estaciones es de mis obras favoritas, me encanta.—Dije.

—Si es algo hermoso toda la obra es algo realmente que te atrapa los cambios durante la melodía son totalmente sorprendentes. —Respondió con un brillo en los ojos.

Pensé en lo maravilloso que sonaba viniendo de ella. Y no lo pensé mucho.

—¿Quieres ir por un café ? Digo, está haciendo mucho frío y realmente pareces una chica muy interesante. Pero solo si tú quieres, no te estoy obligando a nada—Dije demasiado rápido.

Ella rió y embozo una sonrisa.

—Me Encantaría Spencer.—

Empezamos a caminar y sentía una sensación cálida, tenía un buen presentimiento.

Quería conocerla.

Estaba dispuesto hacerlo. Durante las 4 estaciones.

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Ok está es mi primera historia, estoy muy emocionada con esto.

Y me gustaría saber sus opiniones.

¡Gracias!

||𝐓𝐇𝐄 𝐅𝐎𝐔𝐑 𝐒𝐄𝐀𝐒𝐎𝐍𝐒 || 𝐒𝐏𝐄𝐍𝐂𝐄𝐑 𝐑𝐄𝐈𝐃||Où les histoires vivent. Découvrez maintenant