ONE SHOOTS & TYPES.

⚡ shawn mendes ⚡

Bajo del auto que se estaciona en frente del hotel que esta rodeado por la nieve que cae en este frió día de invierno, detrás mio baja un señor que me acompaña a pasar entre la poca gente que había afuera esperando que Shawn baje. Unas personas me saludan amablemente, otras ni caso me hacen.

Shawn y yo veníamos siendo mejores amigos desde el otoño del 2011, cuando lo conocí en una reunión de despedida que mi mama había organizado, ya que nos estábamos mudando de Canadá a Estados Unidos.

Entro por la gran puerta del hotel y agradezco al chico que me había acompañado hasta adentro y veo la pantalla de mi celular para buscar el numero de la suite en la que Shawn se encontraba, y me dirijo hacia el ascensor.

Siendo la mejor amiga de un cantante, la gente me consideraba no solo como eso pero también como una Instagram Star, lo que me parecía un poco absurdo, pero al final estaba bien para mi.

Después de encontrarme con dos chicas que me piden una foto y de salir del ascensor, me encamino hacia la habitación de Mendes. Toco un par de veces la puerta con mi puño pero no recibo respuesta alguna, por lo que vuelvo a repetir la acción y dejo pasar unos minutos, pero nada. Saco la tarjeta magnética de mi bolsillo trasero y la paso por el aparato pegado a la puerta y entro, cerrando detrás mio.  

  — ¿Shawn? — Digo, entrando despacio por la suite. — ¿Shawn? — Vuelvo a repetir, dejando mi cartera encima de la cama de dos plazas.

Me acerco hacia la puerta  que suponía era el baño y si, escucho el agua correr. 

Toco la puerta dos veces y sin esperar entro, viendo tras la puerta de vidrio de color gris a Shawn.

  — Pensaba que te habías muerto, idiota. 

El abre la puerta que lo separaba de mi, dejándose ver al completo nudo.

 — Tócame para que veas que no es así. — Lo dice entre divertida y seriamente.

Me parece o, ¿no escuche bien? 

No era la primera vez que veia a Shawn desnudo por lo que a el no le incomodaba y yo no me molestaba en cerrar los ojos, porque, 

Oh vamos, es un Dios.

  — Te digo que es una ocasión que se presenta una vez en la vida. — Dice sin mirarme, mojando su pelo bajo el agua.

No se si ir a cambiarme las bragas que ya están mojadas o quitármelas.

Mendes me mira con una media sonrisa y

a la mierda.

Me agarra — jala— de la mano y entro bajo la ducha, mojando mi ropa. Posa sus manos en mi cintura de una manera agresiva y yo rió, no me molestaba ya que sabia como se ponía cuando se excitaba. Lo beso, sin importar nada y el acepta, quitándome el top que tenia encima. Se da cuenta que no llevaba sostén y sonríe.

Bastaron unos 15 segundos para que mis demás prendas terminen en el piso del baño. Su mano se pone entre nuestras entrepiernas y siento dos de sus dedos entrar en mi.

Un gemido sale de mi boca.

  — ¿Desde cuando lo deseabas? — Digo con fatiga. 

  — Desde hace mucho. — Confiesa él.

Dejamos de hablar y los únicos sonidos que se escuchan son los de nuestros cuerpos chocar, el agua que cae y los suspiros que botan nuestras bocas.

Mis uñas arañaban la espalda de Shawn y sus dedos aumentaban dentro mio. Mi boca pasa a su cuello y lo beso. Siento mi sexo librarse y mi espalda chocar contra la pared fría, mis labios se separan de la suave piel de él y lo miro.

Sin pensarlo, agarra mi pierna derecha levantándola y poniéndola contra su muslo y entra en mi sin avisar, los primeros segundos duele, luego es solo placer.

Entraba y salia y yo me movía a su ritmo, jalándolo no tan fuerte del cabello. Ahora era Shawn quien besaba mi cuello y nuestros gemidos inundaban el baño. 

Él sale de mi dejándome entender de que ya había llegado al orgasmo, cuando tocan la puerta.

  — Shawn, apresúrate que en 40 minutos debes de estar en el estudio. 

El castaño no responde y me mira, acercándose a mi oreja.

— ¿Lo repetiremos? — Pregunta.

— Todas las veces que quieras. — Digo, para luego sentir sus grandes manos en mi cuello para luego besarme fuertemente.