Yo contra el mundo ( Editando)

Capítulo 17

Con el correr de tiempo me fui sintiendo mas segura cerca de él, por supuesto ni en la cátedra , ni en la facultad sabían de nuestra relación, asi que cuando todos se iban podíamos charlar tranquilos y dedicarnos a conocernos mejor, no solo física sino intelectual y emocionalmente.
En lo físico íbamos despacio, el se había dado cuenta que me asustaba el contacto suyo, o de cualquier otra persona, pero poco a poco iba bajando mis barreras y empezaba a apreciar y casi diria necesitar esas caricias en mi cara, brazos, espalda. Se que era muy inocente en ese aspecto y él lo sabía, por lo que poco a poco fui sediendo las sensaciones y disfrutando esos contactos.

Hablábamos mucho, no solo de nosotros sino de la facultad, la política, la religión y encontramos que no diferíamos mucho en el pensamiento . Por supuesto que teníamos discusiones en la que nos enfrascábamos fuertemente ya que los dos poseíamos carácter fuerte y queríamos imponer nuestra opinión pero siempre llegábamos a un acuerdo, aunque algunos de los dos tuviera que ceder un poco.

Él era un hombre muy culto, leía mucho, no solo de lo que le gustaba sino de todo lo que se apareciera delante de él,  para poder dar fundamentos en cualquier charla en la que estuviera involucrado.
Le disgustaba no saber algo cuando alguien le preguntaba, por eso siempre tenía una respuesta y aunque no supiera muy bien del tema, tenía una capacidad de raciocinio asombrosa de la cual todo el mundo terminaba enamorado, o disgustados porque no dejaba de imponer su opinión aunque el resto estuviera de acuerdo o no.
La parte intelectual me atraía casi tanto o mas que la física, aunque no  la podía separar, ya que venia en el paquete, cuando hablaba siempre me quedaba embelesada y tratando de retener todo lo que decía.

luego de seis meses juntos, un día me invito a una charla que daban en el edificio Dardo Rocha sobre "Evolucion de la humanidad, crecimiento intelectual y tecnologico"y yo me sentía feliz ya que era nuestra primera aparición en público y aunque fuimos como compañeros estaba por demás de ansiosa por saber lo que pasaría.

Disfrutamos la velada, compartimos nuestras opiniones acerca del tema expuesto mientras caminábamos por plaza Italia y cuando hicimos unas cuadras mas me dijo:

-Queres ir a casa a tomar un café?-

Yo me pare de golpe, no podía moverme, no sabia que hacer, estaba estática en el suelo sin poder pronunciar palabra alguna( tranquila) pensé( es Julio, no te va a hacer nada malo) pero seguía sin poder moverme

-No vamos a hacer nada que no quieras Cristina, no te asustes- me dijo apoyando su mano en mi hombro, y allí me di cuenta que yo si quería algo, quería recompensarle el cariño que me brindaba, la paciencia que me tenía, el apoyo que me hacía sentir cada vez mas segura de mi misma, así que tome la decisión de seguir adelante.

-Esta bien, vamos, yo quiero estar con vos, en todos los sentido- dije mientras me ponía roja como un tomate, el bajo su mano hacia la mía, entrelazando nuestros dedos y se dirigió hacia la puerta de su casa.