Capítulo 2. Fugitivo.

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(Narra Lloyd).

Comienzo a dudar de mi decisión. Miro hacia atrás en más de una ocasión. Soy una vergüenza. No merezco ser el.... lo que soy.
Las lágrimas amenazan con invadir mis ojos. El recuerdo de todas aquellas personas que dejo atrás, sus sonrisas, sus miradas, sus voces, sé que me acompañaran. Siempre.

Los pies me pesan, así que termino derrumbándome en el pasto. Y entonces, comienzo a llorar.

-Que débil eres Lloyd —me digo a mí mismo.

Me seco las lágrimas con la capa. Alzó la vista al cielo y grito con todas mis fuerzas. Lleno de rabia. Lo hago hasta que se me desgarra la garganta.

Tal vez por eso ella me abandonó. Tal vez sabía antes que nadie el perdedor que terminaría siendo. Sé que tan sólo era un bebé, pero, ya saben, las mamás tienen un sexto sentido, al menos eso me han dicho, claro que yo nunca lo sabré. Debe ser cierto, confío en mis amigos...

Amigo.

Me pregunto si podré volver a llamar a alguien así.

🌫⚫🌫⚫🌫⚫🌫⚫🌫

Me despierto al sentir una pelusilla en mi mejilla. Le doy un manotazo al aire .

-Déjame en paz —bufo, y doy otro manotazo.

Un tremendo gruñido me responde.

Oh, oh.

Abro los ojos de golpe, demasiado tarde, esa cosa tiene sus zarpas por toda mi cara. Trato de quitármelo de encima, pero no puedo.

¿Le han aventado un cubo de agua a un gato mono? Pues no lo hagan, o les pasará lo mismo que a mí en estos momentos, solo que está cosa tiene garras más afiladas. Cielos, voy a terminar con la cara más desfigurada que el Señor del Fuego Zuko...

Al final, consigo lanzarlo lejos con mi aire control. Y termina estrellándose contra un árbol. ¿Qué decía mi tío que     
hiciera en momentos así...?

(Por favor añade voz de anciano en esta parte)
—Lloyd, si un día, por cualquier motivo, lanzas accidentalmente a alguien a un árbol...

¡Mejor corre! Así no va el proverbio, pero creo que es lo más sabio.
Me dispongo a salir disparado, pero, noto el dolor que supuso para el conejo mapache estrellarse contra aquel árbol, así que me acerco a él.

—Lo lamento —me disculpo.

El animalito se frota la frente. Arranco un pedazo de tela de mi ropa, para hacerle un vendaje, pero cuando el conejo mapache retira sus patas de su frente noto que tiene una franja azul de pelusilla, que recorre su espalda y llega hasta la nariz. Una franja como la que yo debería tener.

Llevo mis manos a la frente, instintivamente. El hecho de no tener mi tatuaje de nómada aire es una ventaja, ahora que debo ocultarme, pero yo no lo veo así. Para mí es una vergüenza. No completé mi entrenamiento a tiempo. Sería mejor que enmendara mi error.

—Iré a la aldea más cercana —le digo al conejo, aunque probablemente no me entiende, decirlo en voz alta me hace ganar confianza.

El animalito da un buen brinco a mi hombro, como si quisiera hacerme entender que está de mi lado. Sonrío, feliz de tener un amigo. Me cubro la cara con la capucha, tomo mi planeador del suelo y miro hacia el valle. No muy lejos hay una aldea.

Tal vez en ella descubra mi verdadero destino. Tal vez, al final, no es ser el avatar.

Avatar/Ninjago: La leyenda de Lloyd ||CANCELADA||Where stories live. Discover now