Ágape.

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—¡Yuri Plisetsky!

Su nombre se anuncia por el altavoz mientras él entra a la pista, el público se muestra entusiasmado y todas las miradas se encuentran sobre él mientras se desliza. No. Mientras flota.

Ágape.

La melodía empieza, tan conocida y a la vez tan extraña. Una canción que destroza su corazón y vuelve a construirlo cada que la ejecuta.
Mientras su cuerpo comienza a moverse, su mente se traslada hacia otro extremo.

Ágape, el amor incondicional.

Decir que se concentra en la rutina no es correcto. No esta vez.

En su mente se mira a sí mismo en el pasado, sosteniendo la mano de su abuelo mientras caminan sobre la nieve.
Le duele, sí. No estar junto a él hace que  duela la distancia y espera verlo pronto. Recuerda sus pláticas y como su abuelo lo tomaba en brazos.

Y con ello también viene el recuerdo de ella, la primera persona que soltó su mano.

No fue deseo de ella dejarlo, estaba seguro de eso.

No fue deseo de ella.

Yuri era tan pequeño y poco consciente de lo que pasaba, pero podía recordar a la lejanía su sonrisa, podía recordar su voz vagamente tarareando una canción de cuna.

Recuerda haber cerrado los ojos y volverlos a  abrir  para no verla más. Y aunque era un niño fuerte, aunque le decía a su abuelo que era capaz de hacerlo bien sin ella, su corazón sintió el golpe de una pérdida por primera vez.

Salto.
Giro.
Aterrizaje.
Abrir los ojos;  otra pérdida:

Victor.

Aunque se miradas se encontraron, para Yuri en ese momento, él no estaba ahí.

En algún momento del pasado tal vez sostuvo su mano, tal vez lo motivó a superarse y a seguir más allá. En algún momento tal vez le hizo una promesa, pero eso ya no importaba. No. Ya no.

Victor se había ido, porque estaba interesado en alguien más, había tal vez olvidado su promesa y al final la había cumplido, aunque no de la manera que esperaba. En un primer instante Yuri  sintió que dejaban su mano de nuevo, se le escapaba y corrió tras él. Pero era inútil, su brazo era demasiado corto para alcanzar las estrellas. Y eso era Victor, una estrella.

Así que de nuevo se encontró flotando en medio de la nada, con su único apoyo lejos.

Extendió la mano siguiendo la rutina.

Extendió la mano y alguien hizo lo mismo hacia él.

Le vio entonces sonreír confiado al borde de la pista, con su clásica chamarra roja y la mirada desafiante.

Ante la gente JJ esperaba su turno. Pero para Yuri era diferente, sabía que lo miraba por otra razón, lo miraba solamente a él.

Ágape.

Su abuelo era su ágape.

Pero también podía serlo alguien más.

Sonrió entonces para sí mismo mientras hacia un nuevo movimiento con el cabello cubriéndole el rostro convenientemente. Ágape era amor incondicional.

El amor incondicional que le esperaba, el que ahora sostenía su mano. El que no planeaba soltar por ahora. Jean estaba en su mente de una forma que solo le pertenecía a él. Sonriendo, tomándolo en brazos, carcajeándose tras una mala broma, durmiendo abrazado a él. Limpiando sus lágrimas.

Había llegado de la peor forma, y se habían conocido entre peleas. Pero el tigre de hielo se había derretido ante el rey y él  lo había convertido en su reina y más preciado tesoro. Y ahora esperaba el final de su programa para colocarle la clásica chamarra roja sobre sus hombros.

Yuri terminó la rutina de forma inconsciente, con un sentimiento más que conmovedor en su pecho. Sentía sus ojos ligeramente irritados, pero no lloraría. En realidad no tenía por qué hacerlo, nadie merecía sus lágrimas.

No, él era mejor que eso.

―Lo hiciste bien, gatito. ― Jean susurra junto a sus labios antes de volver a tomarlos en un beso cálido. Yuri tiene las manos ocupadas con un ramo de flores, mientras de su cuello cuelga la medalla de oro. Cuando se separan, el mayor sujeta su mentón con una mano y besa sus mejillas donde ahora ciertamente corren lágrimas de felicidad.

Yuri lo mira desde abajo y sonríe como solo puede hacerlo con él. Con su ágape.

No hay nadie más en el vestidor  cuando Yuri se pone de puntillas para volver a besarlo, Jean rodea su cintura con sus brazos mientras las flores caen al suelo.

Aunque afuera la nieve cae lentamente, no hay más frio para Yuri.

Ágape (Pliroy/JJYurio) Where stories live. Discover now