Esa tarde debía comenzar con mi trabajo de la universidad junto a Daniel, debo confesar que mis sentimientos hacia el seguían siendo los mismos y se me era difícil estar a su lado sin besarlo, sin siquiera sentir su cuerpo junto al mío.
Estaba confundida, por un lado estaba lintu con su sonrisa, con su mirada, con su corazón, con su amor incondicional hacia mi, pero por el otro lado estaba Daniel, la persona que me revivió después de que Lauri me mato con su partida.
Daniel me dio el amor que me dio lintu en un momento, pero mas intenso.
Mi querido lector, sabrá que, el que un ser humano como yo se confunda, es normal y mas en materias del amor. Quizás no me explico bien, pero intentare hacer que usted lo entienda.
Vera, cuando Lauri se fue dejando solo una nota que decía -perdón y te amo- yo me jure que no volvería a amar, pero lo conocí a Daniel con sus ojos marrones pero intensos y de apoco me fue enamorando, yo me fui entregando a ese amor sin saber que pronto se acabaría, el decidió dejarme por su ex la mujer con la que se casaría y que según el lo hacia por mi.
Debo decir... no, se que lo hacia por otra cosa, pero no me atrevía a preguntar por miedo a que la respuesta sea lo que yo tanto temía.
En fin como les decía, esa tarde debía trabajar con Daniel, así que me arme de valor y se lo pregunte. No, se lo afirme, esa es la frase correcta.
_Sabrina esta embarazada ¿verdad?- le dije, el me miro y luego agacho la cabeza -por eso te casas.-
_me parece que debemos trabajar- me dijo.
Al evadir mi pregunta me di cuenta que era verdad, solo lo mire y el se dio cuenta de que lo miraba así que agrego.
_lo siento, se que debí habértelo dicho antes pero...-
No me miraba, solo miraba sus manos.
_no Daniel, lo siento yo... sabes que te amo y... vamos a trabajar.-
No supe que decir, quería gritar, gritar tan fuerte, pero no podía. Termine mi parte del trabajo y disponía a retirarme, pero antes le di un beso en la frente.
Los chicos decidieron ir a conocer la noche de Alejandría yo les dije que estaba cansada y que me quedaría en el hotel, que vallan tranquilos y que disfruten la noche por mi.
Estaba en mi habitación cuando tocan la puerta, me seque las lagrimas que caían de mis ojos y abrí.
_hola señorita Sarvkoski-
