Capítulo único.

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Hola. Aquí estoy otra vez, con lo que sera una serie de historias cortas. Estas serán de distintos géneros,y las dedicaré ,como obsequio de fin de año a mis queridas lectoras. Sin ningún orden en especial salvo el que mi imaginación vaya dictándome, las etiquetaré en una a ustedes (que ya saben quienes son) que continuamente me están apoyando.

Esta es mi humilde forma de agradecerles.

Dedicado a @Ana Maria Cuadra

Sincera,inteligente,perspicaz,osada.

Amiga. Gracias.






Giovanni sonreía. Su sonrisa real, no la que fingía. Pues si, había una claramente artificial, y esa era la que esbozaba frente a todos los que presumían conocerlo, y en realidad no lo conocían para nada.

La razón de este espontáneo gesto era la misma que desde hacia ya dos años le brindaba las mayores alegrías. Escribir, la dicha suprema.

Husmeando en internet la halló. Una aplicación de lectura que le pareció interesante, y como él era un lector voraz se lanzó en ese banquete de palabras sin pensarlo.

Al principio solo leyó. Tantas historias fantásticas, tantos insólitos destinos, tantos reyes y gigantes, tantos castillos y tesoros escondidos, tanta guerra y tanto amor, tanta ilusión brotando del contenido inagotable del abecedario.

Un mundo de fantasía, no muy distinto al que vivía a diario.

No paso mucho para que se atreviera a ser narrador. Los relatos fluían de su mente como el agua cristalina desciende por las majestuosas cataratas. Una corriente interminable que le susurraba las mas audaces aventuras. Unas que estuvieron en un borrador por dos semanas y media de temor escénico, y que luego él (superando el miedo al que dirán) venció llevando el cursor a publicar, y dando el tecleo necesario acompañado de un suspiro.

Primer capítulo publicado, su temor lentamente moría, mientras comenzaba a vivir su sueño.

Giovanni miró la hora en su reloj de muñeca, pasaban las once de la noche, era tarde, pero debía concluir ese capitulo o no podría conciliar el sueño pues este continuaría martillandole los sesos, rogándole que lo liberara de su prisión mental , que le diera la independencia de volar libre hacia horizontes nuevos. Quizás hacia esa niña que suspiraba pensando en el día en que conocería al hombre de sus sueños, o esa mujer mayor que decepcionada del romance solo encontraría lo que siempre soñó en aquellas historias ficticias.

Se acomodó en su asiento y entró en su perfil. Hizo una mueca arrugando su pequeña nariz respingada al leer el nombre que lo definía. Giovanna 99, si, Giovanna.

Al comenzar había usado su nombre real, pero al decidirse a publicar sus escritos cambió rotundamente de idea. Sus historias eran románticas, todas ellas, las veintisiete, e igualmente todas tenían como protagonista a un único personaje: Vito. Su Vito.

Vito había sido un lord ingles,un guerrero vikingo,un superhéroe moderno,un dios griego.

¿Quien era Vito?...su amor oculto, y la razón por la cual no se atrevía a exponer su nombre verdadero; le aterraba ser juzgado por lo que era. Su identidad sexual era un absoluto secreto para todos. Tenia que serlo, en su pequeño universo no existía otra manera.

Casi tiritó al pensar en lo que su padre le haria si descubría su inclinación. La imagen era espeluznante, de solo recrearla se le erizaban todos los vellos del cuerpo.

Ramiro Di Giorio, su padre, un italiano chapado a la antigua de sesenta y tanto años, no soportaría una noticia como esa. En su mente los "mariquitas"(como él les decía) eran los hijos de los otros. Nunca el suyo, nunca.

El seguidor maldito.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora