Tres nubes☁️Jean (Editado)

2.4K 372 122
                                    


☁️☁️☁️

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

☁️☁️☁️

Toma aire entreabriendo sus carnosos labios antes de responder. Sus preciosos ojos se clavan como dagas afiladas en mi cara.

—¿Hablar? ¿Sobre qué? —Ladea ligeramente su cabeza—. ¿Vas a sentarte ahí y escuchar todas mis penas? Soy un desconocido. Ambos sabemos que mi vida no te importa.

Tiene razón, pero no se la voy a dar. No hay nada que me irrite más que la gente hable como si supieran todo de antemano.

—Podemos empezar por tu nombre —digo sentándome a su lado en el banco—. Soy Jean.

Tiendo mi mano y él se limita a mirarme. Suspira dejando caer los hombros.

—No necesito una charla sobre lo bonita y maravillosa que es la vida. —Niki salta para subir también al banco y se posiciona cerca de Nicholas—. Siempre son frases cortadas por el mismo patrón y que solo sirven para hacer ver que eres mejor persona que el resto.

Es cierto, él no me importa más allá de la información que tenga sobre el anillo. Y quiero obtenerla rápido. Sin embargo, en mi mente no hay ninguna frase típica. Para empezar, estoy bastante desconectado de todo lo que tenga que ver con lo social. Soy capaz de interactuar con la gente, pero al cabo de un rato prefiero marcharme con mi cámara de fotos a cualquier lugar. La humanidad me agota.

Señalo al cielo, algunas nubes se reúnen como si estuvieran manteniendo una animada conversación. Él sigue con la mirada la dirección que marca mi mano.

—Observa y atrévete a decir que no es hermoso —sentencio, sin tener ni la menor idea de cómo continuar la conversación. No tengo amigos, ni pareja. Joder, ni siquiera tengo padres. No sé qué es lo que hay que decir cuando alguien está hasta los cojones de su vida. Así que hablaré sobre nubes—. Todos y cada uno de los días de nuestras vidas, el cielo estará ahí para nosotros.

Madre mía, qué profundo. Estoy empezando a decir una sarta de estupideces, que alguien me detenga. Bajo la mano y la meto en la chaqueta para evitar señalar a los árboles y empezar a contar leyendas.

Nicholas asiente con la mirada perdida en las nubes que se mueven empujadas por el suave viento.

—Es hermoso. Pero el cielo no me dará cobijo —responde acariciando la cabeza de Niki—. No me ayudará a combatir el hambre, ni del dolor.

—Por desgracia, uno siempre está solo a la hora de enfrentarse al mundo. —Esta vez se gira para observarme con asombro reflejado en su rostro—. ¿Por qué te sorprendes? Nadie puede tomar tus problemas y solucionarlos por arte de magia, eso es algo que debes hacer tú. Aunque estoy convencido de que es posible sentirte un poco mejor mirando las nubes pasar.

Comienza a reír, sacudiendo la cabeza como si lo que acabo de decir fuese lo más hilarante que ha escuchado jamás.

—A mí no me hace gracia. —Cruzo los brazos sobre mi pecho, molesto. He terminado diciendo lo que suelo hacer yo cuando me siento desanimado y se lo ha tomado como si fuera un chiste.

Nicholas sigue riéndose un buen rato hasta cansarse. Entonces apoya las manos sobre sus rodillas y toma aire. Viste un traje negro desgastado, con una corbata a juego. Esta la lleva aflojada de forma desaliñada.

—Claro que sé que es asunto mío —susurra en voz apenas audible, por lo que me acerco para poder escucharle. Huele a canela y por un momento me pregunto si habrá comido algo que lleve ese condimento.

—¿Qué es lo que te hace tanta gracia? —hablo antes de que Nicholas pueda continuar.

Se levanta con brusquedad sobresaltando a Niki, que descansaba en su regazo.

—Tu respuesta no fue lo que esperaba, pero al menos ha sido refrescante. Si hubieras dicho "apóyate en mí", no podría soportar tanta hipocresía. —Trago saliva con pesadez tras sus palabras. Todavía no tengo muy claro el concepto de hipocresía. Supongo que vivo de ello. Soy un ladrón, muchas veces he tenido que mentir para poder conseguir algo—. Vamos a dejar esta ridícula conversación.

Sonríe y toma aliento antes de continuar.

—Es mi vida y hago con ella lo que quiero. Así que la terminaré de la forma que más me convenga.

Sin más, comienza a caminar con los hombros encorvados.

Me quedo paralizado durante unos minutos. Mi conciencia revolotea indicando que debo dejar a este hombre en paz. Sí, es su vida y puede matarse si quiere.

No. Necesito que viva, así que encierro a mi conciencia en lo más remoto de mi mente para que no moleste. Si le hubiera hecho caso la primera vez que cometí un robo, ahora no tendría una casa ni la nevera llena.

Me incorporo, acortando la distancia que ha puesto con facilidad. Pongo una mano sobre su hombro y lo obligo a encararme.

—Si no la quieres, dámela.

Aparta mi mano con un golpe sordo.

—No sé de qué hablas.

—De tu vida. —Sus cejas se alzan para luego fruncirse. Debo hacer algo para retenerlo.

Agarro las solapas de su traje y junto sus labios con los míos. Están helados y los entreabre para dejar escapar un sonido de sorpresa.

El empujón llega más tarde de lo que esperaba. Trastabillo hacia atrás y a duras penas consigo mantenerme en pie. Atrapo el puño antes de que me pegue con él y de alguna forma logro inmovilizarlo.

—Genial, me he encontrado con un trastornado. —farfulla mientras se revuelve—. Se ve que mi vida no vale nada. Adelante. Haz lo que quieras. Ya he tenido suficiente.

No se mueve. Aflojo el agarre hasta dejarlo libre y guardo el teléfono móvil que he sustraído de su bolsillo en la parte trasera de mi pantalón. Más tarde podré conectarlo al ordenador y echar un vistazo a su contenido.

—No he matado a nadie ni tengo intención de hacerlo. —Levanto las manos en señal de inocencia. Al menos es algo que puedo decir abiertamente—. Solo quiero que vivas porque...

Porque quiero robar ese anillo y vivir sin preocupaciones. Porque eres un hombre interesante y es una pena que te mates. Declarar esto solo mostrará mi moral gris. Tiene que ser algo con más impacto. Que deje huella.

—Porque estoy enamorado de ti.

Los dos abrimos mucho los ojos cuando termino de soltar la enorme mentira. Nicholas se lleva las manos a la frente y luego las pasa por el pelo, el cual queda convertido en un amasijo revuelto.

—¿Cómo? No me conoces. —Está vacilando. O eso creo. Quizás he conseguido abrir una brecha en la coraza.

—Dame tiempo para demostrarlo.


You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Dec 07, 2023 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Coleccionando nubes (BL 🌈, en edición)Where stories live. Discover now