Única parte.

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—¿De verdad tengo que ir?—JungKook bufo mientras rendido se recargaba contra una de las paredes de aquella tienda de segunda mano, su mirada en ningún momento se despegó de TaeHyung quien se encontraba revisando los pocos disfraces que habían.

—Si, tú prometiste ir. ¿Lo recuerdas?

—Lo se, pero Hyung, sabes que odio las fiestas de disfraces, me resulta absurdo el hecho de disfrazarse.

—No te quejes y ahora mueve ese trasero tuyo y busca un disfraz Jeon JungKook o si no terminare eligiendo yo uno para ti y elegiré un disfraz de lolita.—TaeHyung murmuro mientras tomaba entre sus brazos lo que parecía ser un disfraz de un zombie. JungKook le dio una mirada en busca de alguna expresión que demostrara que estaba bromeando pero no, raramente Taehyung parecía hablar enserio.

—Está bien.—Terminó separándose de mala gana de aquel lugar y fue hasta el fondo de la tienda, no para buscar un disfraz, solo quería alejarse un poco de su amigo.

Aquello era lo que más temía en realidad, la fiesta de halloween que sus hyungs solían organizar sin falta alguna. El no era un aguafiestas, solo que al ser el menor de los siete era algo así como más tímido. Nunca se disfrazaba y siempre se quedaba en una de las esquinas de la sala principal, mirando como cada uno de sus amigos se embriagaban y a veces terminaban enrollándose con personas diferentes.

Aquel año era diferente. No era más menor de edad, no era más el bebe del grupo. Ahora podía unirse a sus hyungs y no podía negarse. No ahora que ya había accedido.

Después de unos minutos terminó arrodillando, revisando una caja que contenía viejos discos de vinilo cuando su mirada se encontró con un viejo maniquí escondido detrás de unas cortinas, pero exactamente el maniquí no fue lo que llamó su atención, fue lo que tenía encima.

Arrastró lentamente los pies por el piso de madera del local y tiro de la cortina, mostrando ahora completamente el maniquí. Este llevaba un simple saco café y en la cintura se veía colocado un cinturón de cuero del mismo tono que el saco y este mismo tenía dos pistolas de plástico a cada lado, guardadas perfectamente en unas fundas del mismo cuero aderidadas al cinturón. Pero lo que más llamó su atención fue el sombrero que yacía lleno de polvo en donde se supone la cabeza del maniquí iba.

Miro a su alrededor durante un segundo, TaeHyung quién era la única persona además de la encargada que parecía más concentrada en su teléfono que en ellos, estaba observando ahora un disfraz de pirata. Así que se apresuró a tomar el sombrero, saco y aquel extraño cinturón y básicamente se escabulló hasta el probador.

Se deshizo en menos de un segundo de aquel suéter azul que se había puesto antes de salir de casa y lo remplazo ahora por el saco arrugando su nariz en cuanto el polvo lleno sus fosas nasales, después se puso el cinturón de manera descuidada, dejándolo flojo y colgando de sus caderas. Y al último se colocó el sombrero.

Debía admitir que lucia bien, incluso sus facciones resaltaban gracias al sombrero. Sonrío para sí mismo y cuando estuvo por quitarse aquello la cortina del vestidor se abrió mostrando a un TaeHyung quien el verlo sonrío emocionado.

—¡JungKook, te ves increíble!, definitivamente si, ese disfraz te queda. Nos lo llevamos.—Antes de que JungKook pudiese decir algo su amigo ya había invadido su espacio personal y ahora sacudía los hombros de el saco sacando un poco del polvo.—Solo necesita una pequeña lavada y listo.

Quince minutos después JungKook caminaba por las calles de Seúl junto a Taehyung y la bolsa que ahora contenía su nuevo disfraz.

Vaquero; Jikook.Where stories live. Discover now