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Dado que no había más asientos libres en la sala mientras esperaban a ser maquillados, JiMin tuvo la excusa perfecta para ir y sentarse en el regazo de RapMon. No era el lugar más cómodo del mundo, pues las huesudas piernas del mayor se le clavaban en todas partes, pero cuando él rodeo su cintura y apoyó la mejilla en la espalda de JiMin mientras seguía charlando con HoSeok, a JiMin no le importaba si era un poco incomodo, porque parecía estar en el lugar correcto.


JiMin no estaba muy pendiente de lo que estaban hablando NamJoon y HoSeok, el tema no le había interesado en su momento y se había desconectado de inmediato, prefiriendo tomarse esos instantes de espera para reposar y pensar un poco en las musarañas, descansar sobre NamJoon y no pensar en nada para estar relajado y tranquilo antes de la actuación para la que se estaban preparando.

Quizá estaba demasiado distraído, cuando se dio cuenta de que una mano de dedos largos se había abierto paso entre los pliegues de su camiseta y se había colado por debajo, acariciando cuidadosamente la piel sobre sus abdominales. JiMin se movió ligeramente, no para deshacerse del toque, no para que el otro sintiera su incomodidad, si no para ocultar un poco lo que estaba haciendo y que nadie se diera cuenta para que pudiera continuar.


JiMin deseó estar consiguiendo una cara de póker decente. Aunque NamJoon había estado mirándole, nunca antes se había acercado más de la cuenta, no le había tocado ni le había acariciado de ninguna manera. Sin embargo, allí estaba, acariciando su vientre por debajo de su ropa, delante del staff del evento, de las maquilladoras y de sus compañeros, los dos fingiendo que nada pasaba.


Los mimos de NamJoon sobre su piel enviaban pequeñas descargas de placer por toda la zona, provocándole que la piel desnuda de sus brazos, gracias a la camiseta sin mangas que llevaba, se pusiera de gallina por el contacto.


— ¿Tienes frío, JiMin? — preguntó HoSeok con preocupación, al notar cómo JiMin se estremecía ligeramente — ¿Quieres que pida que bajen el aire acondicionado?

— Estoy bien, gracias... — consiguió responder con una sonrisa, luchando con todas sus fuerzas por no suspirar.


NamJoon no parecía ser consciente de que estaba haciendo estragos en JiMin. Sus caricias al azar y su esfuerzo por seguir conversado con el bailarín principal aun después de la interrupción daban a entender que ni si quiera estaba prestando atención a lo que hacía bajo la camiseta de JiMin, mientras que JiMin se derretía con su tacto.

Tenía su corazón latiendo tan fuerte que temía que en cualquier momento quisiera salirse de su pecho y comenzara a bombear en medio de la sala, dejando en evidencia todo lo que se estaba esforzando en ocultar.

Con el paso de los segundos, se le hacía más difícil simular tranquilidad. La piel erizada ya lo delataba en cierta manera, pero si hubieran estado solos, JiMin no habría tenido ningún reparo en repantigarse sobre NamJoon y dejar que le acariciara hasta el alma.


No supo en qué momento alguien llamó a Rap Monster, pero cuando JiMin quiso darse cuenta, el líder había sacado disimuladamente la mano de donde la tenía y le hacía gestos a JiMin para que se levantara y le dejara salir pues era su turno de maquillaje.


JiMin se sentó en el espacio que habían dejado los dos raperos en el sofá y se tapó las mejillas con las manos, notándolas arder. JiMin esperaba no haber gemido. ¿Lo había hecho? No, no debía, o todo el mundo habría estado mirándole en esos momentos. Tuvo que felicitarse interiormente por haber guardado la compostura tan bien.

Converse High | MinJoon |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora