CAPITULO 21 Heridas mágicas y no tan mágicas.

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Los aurores interrumpen de repente. Harry está entre ellos.

Un par de ellos cogen a Lucius y se lo llevan. Otro me desata de la silla. Una vez con los brazos sueltos y podiendo moverme, (aunque eso me comporta mucho dolor) Me levanto y abrazo a Draco, ante una mirada de estupefacción de Harry.

Beso a Draco.

-Te amo.-Le susurro a la oreja.-Tengo que hablar con Harry.

Me dirigo hacia él, pero antes de dar mi segundo paso, caigo desplomada al suelo. Me siento incapaz de moverme.

Un auror trae una camilla y unos hechizos después, ya me encuentro tumbada. Harry se situa a mi lado.

-¿Me odias?-Le pregunto.

-No.-Dice, haciendome sonreír.-Eres mi amiga y siempre lo vas a ser. Te quiero mucho, Hermione. Pero tienes que hablar con Ron.

-Si, lo sé.-Digo con voz ronca.-Lo sé.

Harry empuja mi camilla y nos hace aparecernos en San Mugo.

Allá me trasladan a una habitación blanca. Obligan a Draco y a Harry a quedarse fuera. Veo, a través del cristal, como llegan los Weasley.

-Bueno, querida.-Me dice una sanadora rellenita de cara tierna-Eres una chica fuerte, ¿sabes? Casi nadie sigue cuerdo después de esa experiencia.

-Gracias, supongo.

-Tienes un malestar constante por culpa de la maldición, una especie de dolor que recorre tu cuerpo, ¿Me equivoco?

-No, la verdad.

-Tomate esto.-Me explica, dandome un vaso con una substancia amarillenta.-En dos dias, tu dolor habrá desaparecido totalemente y podrás volver a tu vida. Puede entrar una persona a visitarte, solo una persona en la sala, ¿de acuerdo?

Ella se acerca a la puerta y dice:
-Familia y amigos de Hermione Jean Granger, solo puede estar uno dentro de la sala, ¿Entienden?

-Deberia entrar yo, soy su prometido.-Oigo decir a Ron.

-George Weasley. -Digo, bajito para que lo escuche la sanadora. -Que entre George Weasley.

Ella me mira y asiente.

-George Weasley, entre.

Él entra ante la mirada fulminante de Ron.

Viene directo hacia a mí y me abraza con cariño.

-Hermione, ¿cuantas veces te he dicho que no te dejes secuestrar por sociopatas escapados de una prisión mágica?

-Es más fácil decirlo que hacerlo.-Le digo. Doy un trago a la substancia amarillenta que me entregó la simpatica sanadora. Noto como me siento mejor.

-¿Como está todo allá fuera?-Pregunto.

-Tenso. Ron mira con desprecio a Draco, y Harry intenta apaciguarlo. Tienes que hablar con él.

-Lo sé, pero hay algo más importante y solo tú me vas a poder ayudar. Tengo que salir de esta habitación e ir a ver a los Longbottom.

-¿Porqué?

-Una promesa que me hice.

-Entonces, quieres que te ayude a escapar cuando no puedes ni caminar? Perfecto. Aunque vamos a necesitar una silla de ruedas, dos vendas y tu varita.

Mientras busco el material; él desaparece momentaneamente y vuelve con tres articulos de broma de Sortilegios Weasley.

Un muñeco, sangre falsa y un amplificador que distorsiona la voz.

-Perfecto, me dice. Este muñeco se un VivViviente, un muñeco que crece y se convierte en una "persona real" por diez minutos.

-George, eso es una genialidad!

-Lo sé, fué el ultimo invento que hice con Fred. Ahora sé que va a servir para algo bueno.

Coje la sangre falsa, el distorsionador y unas vendas. Rodea con vendas al muñeco y le llena de sangre falsa. Me sienta en la silla de ruedas, y con la varita, da un toque al muñeco.
Este inmediatamente crece y se vuelve tan real como nosotros. Coje el muñeco y desaparece. Vuleve a aparecer en dos segundos.

-UN CASO DE MAXIMA GRAVEDAD EN  RECEPCIÓN, AL LADO DE LA FUENTE, SE LLAMA A TODOS LOS SANADORES/AS A ACUDIR.

Dice usando el distorsionador de voz. En ese momento, coje la silla de ruedas y salimos por la puerta. Hay mucha confusion allí fuera, asi que nadie parece notar que marchamos, excepto Draco, que me ve marchar y me guiña el ojo.

No puedo evitar sonreír.

George me lleva hacia la sala. Al llegar, les veo. Me levanto de la silla con dificultad y les abrazo con mucha mucha fuerza.

-Gracias.-Les digo. Ellos me miran sorprendidos pero me abrazan también.

-Nadie debe sufrir como lo hicisteis vosotros.-Digo, sincerandome.-Y espero que os recuperéis, para poder ver a vuestro hijo, que por cierto, es todo un heroe.

Estoy a punto de echarme a llorar, simplemente por el recuerdo del dolor.

George me hace sentar en la silla y me dice:
-En menos de tres minutos, el VivViviente se va a volver a convertir en muñeco. Y van a notar que no estas.

-Hasta pronto, señores Longbottom!-Les digo, mientras nos alejamos. Corriendo volvemos a entrar en la sala.

-Ahora. Ya estoy preparada para decir la verdad.

Querido Draco...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora