Estaba caminado al colegio. La mañana era soleada y yo no había desayunado así que mi barriga sonaba. Me pregunto, ¿qué pasará si me desmayo? ¿Quién me levantaría?
De repente, algo llamó mi atención.
— Danos tu dinero...
— P-Pero...
— Creo que aún no ha aprendido la lección.
Los chicos lo golpearon hasta tirarlo al suelo, pobre chico. Siempre le golpean y le quitan sus cosas, ahora está arrojado en el suelo y todas sus cosas están tiradas. ¿Debería ayudarlo? Bueno es lo menos que puedo hacer el pobre ha sufrido mucho y lo entiendo.
— No deberías dejar que te hagan eso.
— ¿Quién eres?
— Eso no importa—tome su libro—, ¡Wow! ¿Donde lo compraste?
— S-Si quieres te presto...
— ¡Gracias!— él se retiró, al parecer mi pequeña conversación lo alegro... Espera, ¿¡cómo le voy a dar el libro si ni lo conozco!?
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El día que te conocí
Teen Fiction¿Alguna vez te ha pasado que tomas prestado algo de alguien que ni conoces? ¿Si? ¿No? ¿Tal vez? Bueno pues a mí si. Mi nombre es Camila y esta es mi historia, ¿lograre devolverle el libro? ¿Se olvidó de él o simplemente me dio para que no le joda?
